Aproximadamente 7 millones de jóvenes de entre 16 y 29 años no estudian o tienen empleo formal en México. De los países que integran la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), ocupa el primer lugar con mayor número de jóvenes desocupados; es decir, el 17.9 por ciento de esta población.
Esto se debe a que el país no cuenta con políticas públicas que vinculen en sistema educativo con el empresarial, acusaron diversas instituciones que hoy integran Clase en Movimiento, un proyecto recién creado para establecer los parámetros para mejorar las oportunidades para los estudiantes.
El doctor Miguel Székely Pardo, director general del Centro de Estudios Educativos y Sociales (CEES), afirmó que México no cuenta con los proyectos necesarios para que los jóvenes se empleen. El experto explicó que el problema radica tanto en el sistema educativo como en las instituciones.
Por su parte, Tzitzi Morán Carreño, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), detalló que la tasa de desocupación de este sector se debe a distintos factores: los jóvenes no tienen suficiente preparación, no cuentan con experiencia laboral (por lo que las empresas no los contratan) y no hay una política que vincule la realidad del mercado laboral con lo que se instruye en las escuelas.
De acuerdo con las cifras expuestas por los académicos y especialistas en mercados, 75 millones de jóvenes están desempleados en el mundo. En México, el 70 por ciento de los jóvenes está sin empleo y fuera de la escuela y tampoco cuenta con educación media superior terminada.
Los especialistas coincidieron que el grave problema de México es que no haya una idea clara de cuál es el modelo que el país va a seguir hacia el futuro.
En ese contexto, Mónica Tapia, directora de Synergos, y Tere Lanzagorta, directora de YouthBuild International México, expusieron que el término “ninis” podría cambiarse a “sin sin” o por “jóvenes oportunidad”, con la intención de hacer énfasis en la búsqueda de oportunidades y en la posibilidad que significan para el Estado.
“Si [el Estado] invierte en ellos para que ejerzan su potencial, no son jóvenes que hayan decidido mantenerse sin ocupación”, afirmó Mónica Tapia.
SIN EMPLEO Y SIN OPORTUNIDADES
Datos de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública, en su edición 2013, plantearon que los temas que más preocupan a la población joven son la inseguridad y el desempleo. El 56.6 por ciento se inclina por la primera y 49.2 por ciento por la segunda.
En cuanto al tema del desempleo y la dificultad para acceder al mercado laboral, la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo reveló que el 40 por ciento de los jóvenes entre 15 y 29 años se encuentran fuera del mercado laboral.
El Instituto de pensamiento Estratégico Ágora AC refiere que hay 7. 35 millones de chicos que no estudian, ni trabajan por falta de oportunidades. El think thank destacó en su estudio “El verdadero mexican moment, desde una perspectiva de libertad” que el más del 50 por ciento de la población económicamente activa flota en la informalidad.
Para los jóvenes –dijo Claudia Regil Velasco, directora de la organización– el empleo es una de sus principales preocupaciones.
El informe How’s life de la OCDE reveló que los mexicanos creen que la educación es el elemento más importante para tener una vida mejor; sin embargo no se está dando prioridad a esta materia.
De acuerdo con las instituciones que integran Clase en Movimiento, el 17 por ciento de jóvenes en México que no estudia ni trabaja tiene entre 15 y 19 años; el 70 por ciento de los jóvenes sin empleo y sin escuela no tiene la educación Medio Superior terminada; mientras que el 26 por ciento no finalizó siquiera el nivel primaria.
Al respecto, Lorenzo Gómez Morín, investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), explicó que no existe un modelo o estrategia que investigue cuáles son las verdaderas causas de la deserción, incluso dijo que aunque en menor medida, también hay deserción desde el nivel primaria.
SIN COMPETENCIAS EDUCATIVAS
Clase en Movimiento detalló que el 44 por ciento de los jóvenes deserta por motivos escolares, 40 por problemas económicos, 14 por motivos familiares, y dos por ciento por otras causas.
De acuerdo con la OCDE, la tasa de abandono escolar es del 15 por ciento, es decir que 3 mil 255 jóvenes por día.
La Prueba PISA, realizada por el organismo internacional, demostró que más del 50 por ciento de los estudiantes mexicanos no cuenta con las competencias básicas que les permitan una inserción laboral exitosa en el sector formal y con las condiciones óptimas.
La también consultora de la Unidad de Mercados Laborales y Seguridad Social Tzitzi Morán detalló que el rezago para seguir progresando en la vida laboral radica en el déficit de habilidades que se instruye en las escuelas, dificultades en la transición de escuela y el momento en que inician en el mundo laboral, así como las ofertas que hay en la informalidad.
Además, el 60 por ciento de la tasa de ocupación la tienen los hombres mientras que el resto la ocupan las mujeres, esto se debe a que hay menos oportunidades y cambian las condiciones de vida de ellas, abundó Morán.
Asimismo cada seis jóvenes que egresa del bachillerato logra obtener un empleo, mismo que le será remunerado por aproximadamente 3 mil pesos mensuales y que abandonarán en un periodo de tres o cuatro meses. Así, sólo el 40 por ciento de los estudiantes de Media Superior logra ocuparse en el empleo formal, precisó la especialista del BID.
RESPONSABILIDAD DE LAS INSTITUCIONES
Morán Carreño dijo a SinEmbargo que la Secretaría de Educación Pública (SEP), de Hacienda y Crédito Público (SCHP) y la de Economía (SE) deben trabajar en conjunto para que México crezca; asimismo para establecer, coordinar y seguir las demandas de jóvenes para impulsar su desarrollo.
Por su parte, Székely abundó en entrevista que algo similar sucede con el tema del petróleo y sus empleados, “si es una área de prioridad para el país, se debería de estar poniendo mayor énfasis en la educación, en generar los recursos humanos para este sector. No es un problema de la Secretaría de Educación Pública [SEP], es un problema del Gobierno”, expuso.
El Director del CEES agregó que en México se cambian leyes, incluso la Constitución y nuevos mandatos, pero sin consecuencias, lo que provoca que no haya cambios trascendentales en la forma de hacer política.
“En el caso de la educación Media Superior al ponerla como un mandato Constitucional, debería haber llevado de la mano un aumento en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para ampliar la cobertura y dar una oferta adecuada. Ese presupuesto no se ha incorporado, si sigue creciendo así a 2020 no se van a llegar a las metas que la propia ley traza”, dijo.
Fuente: Sin Embargo.