Madre abandonó en un albergue a sus gemelas

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Las devolvieron ya quinceañeras, pero aún así las sigue rechazando.

CIUDAD VALLES. -“No es lo mismo criar a un hijo desde pequeño que comenzar a tratarlos cuando ya están grandes; son mis hijas porque yo las parí, pero no quiero que regresen a casa”, comentó Liliana Pérez Barrios, madre de los dos gemelas que fueron rescatadas por las autoridades en el ejido Santa Elena en Tamuín, porque presuntamente eran víctimas de malos tratos.

Hace casi 16 años, Liliana aceptó abandonar a sus gemelas en el DIF porque estaba embarazada y no podía atenderlas, creyó que lo mejor para ellas era dejarlas a cargo de las autoridades para que a éstas las llevaran a un albergue.

Las niñas crecieron bajo el manto de la beneficencia, a veces vendían pan y otras cosas. Su madre y padre, José Hernández Ramírez, las visitaron hasta que cumplieron diez años. Después ya no pudieron costear los gastos para el traslado desde Tamuín hasta Valles, pues tenían otros tres hijos que alimentar.

Cuando las gemelas cumplieron 15 años, personal del DIF llegó a la casa del matrimonio, le hicieron firmar a Liliana unos documentos que no leyó y le dejaron a las gemelas a su cargo, eso fue hace 8 meses.

Las menores fueron distantes desde el día en que llegaron, eran calladas y tímidas, dijo Liliana, quien agregó que al principio estuvo contenta por tenerlas en casa, pero poco a poco, al ver el comportamiento de sus hijas, se fue decepcionando al grado de tener problemas con ellas y su esposo.

Los padres aseguran que las adolescentes, que ellos alejaron desde que tenían 4 meses de edad, tienen mal comportamiento; “son groseras, dicen mentiras y se niegan a realizar quehaceres domésticos, con el argumento de que se habrían quedado acostumbradas a que en el albergue les hacían todo”, aseguran.

Liliana y su esposo se dedican a elaborar y vender escobas, de eso se mantienen en el ejido mencionado, dicen que como les ha ido bien, los habitantes les tienen envidia.

Aseguran que la juez auxiliar de nombre Margarita y otras mujeres orquestaron todo y los denunciaron ante las autoridades, incluso dice que fingieron que una de las gemelas se había desmayado para retenerlos en un inmueble, donde ya estaban las dos menores contándoles su historia a la policía.

Los padres negaron prostituir a las niñas, así como todas las acusaciones que se han hecho en su contra. Ellos creen que los vecinos interpretaron mal las cosas debido a que sus hijas anduvieron pidiendo dinero entre los habitantes y quizás por eso, inventaron que eran víctimas de maltrato.

“Sí las quiero, yo las parí, pero ellas no se puedan adaptar a la vida que ya tenemos y ellas tampoco quieren quedarse con nosotros”, comentó Liliana, quien dijo que están a la espera de lo que determinen las autoridades.

“Las niñas están mal de la cabeza, no tienen cariño de madre”, dijo José, quien agregó que una de ellas se le ofreció sexualmente, pero también negó que ellos las estuvieron prostituyendo.

Las menores fueron sometidas a revisiones médicas y exámenes psicológicos en la Subprocuraduría de Justicia de la zona Huasteca Norte, mientras están a cargo de personal del DIF y se define su situación legal.

Fuente: Pulso

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