Ser pobre afecta el cerebro desde el kínder: estudio

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Un estudio realizado en EU, en el Economic Pilicy Institute, determinó que las diferencias en materia de riqueza pueden llegar a afectar a los niños en su rendimiento escolar desde el instante en que ingresan al aula.

Las diferencias en materia de riqueza pueden llegar a afectar las vidas de los niños estadounidenses desde el instante mismo en que ingresan en un aula, comprobó un estudio.

Las personas con empleos prestigiosos y lucrativos producen hijos con un mejor rendimiento en las pruebas de matemática, lenguaje y memoria, según un análisis publicado el 17 de junio por el progresista Economic Policy Institute, que analizó las evaluaciones de padres y maestros correspondientes a 18 mil niños que iniciaron el jardín de infantes en 2010.

Más allá de las pruebas de aptitud directas, los niños pobres también quedaron rezagados respecto de sus compañeros de clase ricos en rasgos como la persistencia para concluir proyectos, el entusiasmo para captar conceptos nuevos, y el autodominio.

En la mayoría de las habilidades, desde la soltura con los cálculos y las oraciones hasta los niveles de atención, los niños tuvieron un rendimiento mejor a cada nivel más alto en la escala de riqueza. Los estudiantes en la mitad del espectro de estatus socioeconómico tuvieron un rendimiento peor que a los del nivel superior, pero mejor que los que se encuentran levemente por debajo de ellos.

“[Las desigualdades] representan perspectivas de vida sombrías que presagian problemas serios para nuestra sociedad en su conjunto si no los tratamos como la crisis moral y económica que representan”, escribió Emma García, autora del informe.

García utilizó datos del Centro Nacional de Estadísticas de Educación, que está patrocinando un trabajo de investigación a largo plazo de una muestra de niños representativa a nivel nacional, hasta el año en que cursan quinto grado. Al comienzo del año lectivo 2010, los científicos hicieron preguntas a los estudiantes que apuntaron a su familiaridad con las letras, su sentido numérico y su habilidad para seleccionar objetos y recordar largas secuencias de información. También pidieron a los docentes y a los padres que evaluaran el deseo de los niños de aprender, la capacidad para concluir tareas, y la concentración.

ÁREAS COGNITIVAS

Aun controlando un puñado de factores que pueden hacer que los niños tengan menos probabilidades de éxito –como por ejemplo, si leen o no con los padres, o si fueron a preescolar- los más pobres rinden menos.

La lista de las áreas cognitivas donde los niños ricos tienen una ventaja por sobre los pobres es larga. Incluye pruebas de matemática, lenguaje, memoria, abordaje del aprendizaje, entusiasmo por aprender, autodominio, perseverancia, memoria y atención. Los niños pobres también tienen más probabilidades de hacer frente a una serie de problemas psicológicos, como ansiedad, autoestima baja y soledad, y es más probable que enfrenten dichos problemas interviniendo en peleas, interrumpiendo las actividades y actuando impulsivamente.

Los niños negros e hispánicos están en condiciones significativamente peores que los niños blancos: obtienen puntajes más bajos en matemática, lenguaje, memoria y razonamiento. Esto indica que los niños negros e hispánicos tienen dificultades desde el comienzo, pero no debido al color de la piel o la etnia. Al parecer, se debe más al hecho de que casi la mitad de los niños negros e hispánicos viven en la pobreza, lo cual significa que el ingreso familiar está por debajo del 200 por ciento de la línea de pobreza de la Oficina del Censo. Un 13 por ciento de los niños blancos y 17 por ciento de los niños asiáticos son pobres, según esa definición. En total, la cuarta parte de los niños en el estudio vivía en la pobreza.

Cuando algunos de los niños de cinco años inician sus vidas tan lejos de otros niños de la misma edad en cuanto a habilidades básicas susceptibles de cambiar la vida, todo el país tiene un problema, sugirió el informe.

“Al no abordar estas brechas en la educación, perdemos un capital humano de enorme potencial”, escribió García. “Estamos tratando mal a un número demasiado alto de nuestros jóvenes”.

 

Fuente: El Financiero

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