El calvario de un deportado

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Sufre el desprecio de “El Bronco” y la vejación de un diputado potosino

Gerardo Enuk, originario de Tizimin, Yucatán, vive en carne propia no sólo la deportación de Estados Unidos por ser ilegal, también la discriminación en su propio país por parte de políticos que se dicen al servicio del pueblo, a quienes tuvo la osadía de pedirles apoyo para regresar a su casa.

Gerardo narró el calvario que ha sufrido al ser deportado desde hace un mes; “me aventuré a buscar el ‘sueño americano’ hace 8 meses ante la falta de trabajo, y aunque laboraba como chef en un restaurante en Houston, el 26 de mayo fui deportado”. “En un principio me apoyó una iglesia cristiana, donde estuve dos días; en Saltillo, después de dormir en la intemperie logre llegar a Monterrey, donde me llevaron con el recién electo gobernador Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón alias “El Bronco”, pero dijo, “cómo lo voy apoyar sino es de aquí y ni votó”.

“Logré reunir algo de dinero y llegué a Matehuala y un sacerdote me ayudó a llegar a la casa del Migrante, “pero me negaron la ayuda porque no era centroamericano”.

En la capital potosina, el diputado Miguel Maza Hernández me dijo: “Que los deportados son la basura, la lacra de la sociedad y ante el insulto le respondí que si como yucateco soy basura, allá hay más potosinos, entonces también son basura”; “el legislador me pidió que me esperara 20 minutos y llegó la Policía Municipal encerrándome 24 horas por ofenderlo”.

Finalmente dijo que tiene un día en Rioverde y al solicitar apoyo en Cáritas Parroquial para pernoctar le solicitaban una carta de la iglesia o del DIF y finalmente le dieron posada en el Cuerpo de Bomberos; ayer trataba de juntar 2,400 pesos, costo de boleto para volver a casa.

Fuente: Pulso

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