Pese al peligro, el INAH había prohibido se modificara la estructura.
Una vivienda más se vino abajo en el Centro Histórico, ahora fue un inmueble acondicionado como vecindad en la calle de Ramón Adame casi esquina con la calle Pípila; afortunadamente no hubo desgracias personales. La finca, hacía casi un año que ya se había derrumbado parte en su interior.
El derrumbe de la vivienda ocurrió alrededor de las 11:00 horas de ayer en la finca marcada con el número 280 de la calle Ramón Adame, en pleno Centro Histórico, por lo que elementos de Bomberos, Protección Civil, y Seguridad Pública del Estado se acercaron rápidamente al lugar ante el temor de víctimas, ya que se reportaba habitada.
Al llegar contactaron con el dueño, quien relató que en el mes de julio del año pasado se había derrumbado el techo de dos habitaciones en la entrada y ahora, cuando se encontraban removiendo el escombro, se les vino abajo parte de la barda de la fachada y una lateral, cayendo todo al interior del inmueble de al lado.
Al momento del derrumbe se encontraban unas cuatro personas, pero éstas afortunadamente se encontraban en los cuartos traseros, por lo que únicamente escucharon el estruendo y los que se encontraban limpiando el escombro lograron escapar ilesos.
El dueño de la finca argumentó que el Instituto Nacional de Antropología e Historia, le dijo que no podía modificar la estructura de la finca o hacerle cambios, por ser considerada dentro de las viviendas que son protegidas por este instituto.
La estructura quedó muy dañada y se teme que con las lluvias que seguirán en estos días termine por colapsarse, por lo que se apercibió que deberían dejarla inmediatamente a fin de evitar que se suscite una desgracia, pero argumentaron que no tenían a dónde mudarse en tan poco tiempo.
Autoridades manifestaron que en el Centro Histórico existen muchas viviendas ya en condiciones de derrumbe, las cuales se ven más afectadas por el reblandecimiento en sus estructuras por las constantes lluvias que se han dejado sentir en los últimos días y algunas están a punto de colapsarse.
Fuente: Pulso
