De acuerdo con un reciente estudio los hombres forzarían a una mujer a tener relaciones.
Durante años nos han educado para cuidarnos, para ser precavidas, para protegernos. Las mujeres “no debemos” vestir de cierta forma, actuar de manera libre y despreocupada o pasear a nuestras anchas sin enfrentar las consecuencias.
Millones de mujeres en el mundo son violadas, abusadas y violentadas en espacios públicos ¡y está bien! Porque no fuimos lo suficientemente cuidadosas o porque osamos comportamos como lo haría ¡cualquier hombre!
Vivimos en una cultura que acostumbra culpar a las víctimas y no a los violadores y este reciente estudio lo demuestra.
Investigadores de la Universidad de Dakota del Norte realizaron este año uncuestionario con alrededor de 100 estudiantes varones sobre su vida sexual y cómo actuarían en determinadas situaciones, y lo que encontraron fue realmente alarmante.
Uno de cada 3 hombres violaría a una mujer si supiera con certeza que no enfrentaría las consecuencias.
De acuerdo con los resultados, algunos hombres no ven como violación, forzar a una mujer a tener sexo con ellos.
Es decir, para ellos si una mujer responde de manera negativa a una insinuación sexual, no lo interpretan como una negación a su deseo, sino como una respuesta obvia como parte del cortejo.
“Te digo que no pero en realidad quiero decir sí”.
Sin embargo, cuando los encuestadores les hicieron notar que esa era la definición de violación, prácticamente todos los hombres negaron el argumento y afirmaron que NUNCA habían violado a una mujer.
Este es un claro ejemplo de todo lo que NO les estamos enseñando a los hombres. En vez de enfocarnos en las víctimas, tenemos que centrarnos en los vitimarios.
Los violadores no son monstruos con pasamontañas y horribles personas con problemas mentales (aunque claramente los tienen) que se esconden en los bosques, los violadores son hombres comunes. Convives con ellos en la escuela, en el trabajo, en tu casa, en un bar. Puede ser tu marido y hasta tu papá.
Dejemos de pedirle explicaciones a las víctimas y empecemos a exigirle respeto a los hombres.
Dejemos de ridiculizar las reacciones de las mujeres frente a las agresiones públicas (como el acoso callejero) y hagamos conscientes a los hombres de que NO significa precisamente eso, y que incluso no hace falta usar las palabras o recurrir a la fuerza física para saber que están transgrediendo las decisiones o el cuerpo de una mujer.
Fuente: Actitud Fem