Irina Bokova, directora general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés), condenó hoy el asesinato de los periodistas mexicanos Filadelfo Sánchez Sarmiento, Gerardo Nieto Álvarez y Juan Mendoza Delgado, y pidió que “de manera urgente” se investiguen los crímenes cometidos entre el 26 de junio y el 2 de julio pasados.
La funcionaria de origen búlgaro, directora del organismo internacional desde noviembre de 2009, manifestó mediante un comunicado:
“Los crímenes contra periodistas afectan a la sociedad en su conjunto y limitan la capacidad de los ciudadanos de tomar decisiones con conocimiento de causa. Es importante que las autoridades investiguen esos crímenes y procesen a los responsables.”
Esta agencia informó en su momento que Fidelfo Sánchez Sarmiento, quien era locutor de la Radio La Favorita, fue asesinado el pasado 2 de julio en Miahuatlán de Porfirio Díaz, Oaxaca. Cuando según los primeros datos fue interceptado y atacado a tiros por dos personas al salir de su oficina.
De la misma forma que el reportero especializado en nota roja, Juan Mendoza Delgado fue reportado como desaparecido y posteriormente encontrado como “atropellado” en el Servicio Médico Forense de Boca del Río, Veracruz.
En tanto, Gerardo Nieto Álvarez, fundador y director de la revista “El Tábano”, apareció degollado en su oficina, en Guanajuato, y no se descarta como el móvil del asesinato su labor periodística.
Según la UNESCO, “las condenas de la directora general por los asesinatos de profesionales de los medios responden a la resolución 29 adoptada en 1997 por la Conferencia General de la UNESCO y titulada Condena de la violencia contra los periodistas.
En su lista de periodistas asesinados en México el organismo incluye a Regina Martínez del semanario Proceso, Saúl Martínez, Francisco Javier Ortiz Franco, el estadounidense Brad Will, Misael Tamayo Hernández, Jean Paul Ibarra Ramírez, Ernesto Montañez Valdivia, María Elvira Hernández Galeana y Jorge Torres Palacios, por citar solo algunos nombres.
Fuente: Proceso.
