Esta nota fue publicada el 10 de septiembre de 2010 y fue actualizada tras el anuncio de autoridades sobre la fuga del jefe del cártel de Sinaloa del penal el Altiplano.
El narcotraficante mexicano Joaquín El Chapo Guzmán tiene una gran capacidad para hacer negocios y tejer alianzas, al grado de que podría ser el director general de una empresa multinacional que manejara abogados en vez de sicarios, como lo hace su organización criminal.
Así describió en 2010 el periodista británico-estadounidense Malcolm Beith al líder del cártel de Sinaloa —capturado en Mazatlán, Sinaloa, en febrero de 2014 por fuerzas federales—, por quien el Departamento de Estado de Estados Unidos ofrecía una recompensa de cinco millones de dólares.
Beith, quien ha trabajado en medios como Newsweek, Foreign Policy yThe News, publicó en septiembre de 2010 su libro The Last Narco: Hunting ‘El Chapo’, The World’s Most Wanted Drug Lord (El último narco: cazando a ‘El Chapo’, el capo más buscado del mundo), en el que hizo un recuento de las actividades ilegales de Joaquín Guzmán y dibujó rasgos de su forma de ser.
“Quise hacer un perfil de el Chapo, plasmar un poco de su personalidad… es un hombre muy inteligente, muy calculador, que en otro universo podría haber sido el CEO (director general) de una empresa multinacional que usara abogados en vez de sicarios”, comentó el autor en entrevista.
Vía telefónica desde Estados Unidos, afirmó entonces que en su investigación obtuvo testimonios de casos de corrupción, que incluyen a la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés).
“Encontré alegaciones de autoridades mexicanas que dicen que la DEA ayudó a el Chapo Guzmán a escapar de la cárcel”, comentó.
El exfuncionario que hizo esas declaraciones fue Samuel González Ruiz, extitular de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), aunque fuentes de la agencia estadounidense lo negaron.
El Chapo Guzmán, de 57 años, se fugó del penal de Puente Grande, en el estado de Jalisco, en enero de 2001. Para salir de la cárcel contó con la ayuda de un guardia, quien lo escondió en un carro de lavandería.
La fuga ocurrió durante del gobierno de Vicente Fox, que ocupó la Presidencia mexicana entre 2000 y 2006.
Beith aseguró que actualmente “el narcotráfico en México está muy desorganizado” y que hay una ruptura y fuertes enfrentamientos entre los cárteles. Según el gobierno de Enrique Peña Nieto, desde diciembre de 2006 a diciembre de 2012, en el mandato de Felipe Calderón, más de 70,000 personas murieron en acciones derivadas de la delincuencia.
Uno de los antiguos aliados de Guzmán, Édgar Valdez Villarreal, La Barbie, capturado en agosto de 2010, atribuyó a El Chapo la violencia que aqueja a México desde 2007, cuando el entonces presidente, Felipe Calderón, inició una estrategia de seguridad para combatir el narcotráfico. Los cabecillas de los cárteles, aseguró La Barbie, hicieron un pacto de no agresión, pero El Chapo lo rompió.
Gracias a entrevistas con policías municipales, funcionarios y miembros del crimen organizado del más bajo perfil, el periodista confirmó una percepción común entre académicos, analistas y ciudadanos: que en México la corrupción permitía el tráfico de droga y que el negocio se extienda a otros países.
¿Qué más descubrió Beith en dos años de investigación?
“El Chapo es un hombre muy inteligente”, dijo el autor. En 1993, cuando fue detenido, y en 2001, cuando escapó de prisión, era un capo más, pero hoy es “el narcotraficante más poderoso de México”, consideró.
También sostuvo que los narcotraficantes mexicanos han logrado extenderse fuera del país gracias a contactos de varias nacionalidades en Estados Unidos u otras naciones.
Como corresponsal extranjero, consideró que México y Colombia no han vivido escenarios similares en el fenómeno del narcotráfico.
“Creo que es equivocado comparar a México con Colombia. El Chapo, Ismael El Mayo Zambada son hombres de negocios, no quieren tomar el poder; mientras que Pablo Escobar (fallecido jefe del cártel de Medellín en la década de 1980) quería tener influencia en la política”, agregó.
Beith dijo amar su vida y disfrutar hacer reportajes sobre la liberación de tortugas por niños en las escuelas, pero en México un día se dio cuenta de que tenía que escribir acerca del narcotráfico.
Ahí se dedicó a investigar sobre El Chapo e incluso visitó Badiraguato, el municipio de Sinaloa donde nacieron Guzmán y otros capos como El Mayo Zambada y los hermanos Beltrán Leyva.
En Badiraguato platicó con narcotraficantes pequeños que dijeron trabajar para El Chapo. No son gente violenta, se ven como gente “normal”, comentó.
¿Sintió amenazada su vida?
“No amenazas, pero una vez en Tamaulipas, algunos policías me encañonaron. No me arriesgo, soy muy cuidadoso”, afirmó Beith.
Por el momento, el autor no tiene pensado presentar en México The Last Narco, que puede conseguirse por internet.
Con información de: CNN