El comisionado nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido García, afirmó que todos los escenarios de evasión presupuestados por la autoridad en el penal de máxima seguridad El Altiplano fueron superados por Joaquín El Chapo Guzmán.
“Era imprevisible una fuga de este tipo”, responde el funcionario al plantearle una y otra vez la pregunta “¿qué falló?” Asegura que, hasta el momento, no ha detectado algún descuido u omisión en los protocolos de seguridad que haya dado pie a la escapatoria del líder del cártel del Pacífico. “Sí, es de fantasía”, admite.
En entrevista televisiva con Adela Micha, Rubido García no descartó que quienes planearon la fuga del criminal tuvieron acceso a los planos del penal: “Es otra de las líneas de investigación, este penal data del año 91, y los planos de los penales 1, 2 y 3 son muy similares. ¿Quiénes tuvieron acceso a esos planos? La empresa constructora, las autoridades registrales cuando se inscribieron y las autoridades penitenciarias, desde el año 91 hasta la fecha, son quienes pudieron haber tenido acceso a esos planos, y es también, insisto, tiene toda la razón del mundo, una de las líneas fundamentales a investigar quiénes pudieron tener esos planos para llegar a este nivel de precisión y de referencia”.
Rubido García mencionó que otra de las hipótesis es que pudieron haber usado una brújula minera, pues en la excavación ningún GPS hubiera funcionado.
“Entonces se pudo haber trabajado exteriormente con coordenadas y eventualmente con una brújula minera, pero sigo en el terreno de la especulación”.
La renuncia
Aseguró que en lo personal no pensó ni ha pensado renunciar. “Yo creo que las crisis son para enfrentarlas, yo estoy aquí enfrentando esta crisis, es una situación muy compleja, muy difícil, y sobra decirlo, estoy a la disposición de lo que en su momento decida el señor Presidente de la República o su secretario de Gobernación”
—Pero nunca puso usted su renuncia sobre la mesa…
—No, me parecía que si yo llegaba a renunciar era una actitud cobarde de mi parte; yo creo que la parte alícuota de responsabilidad que tengo la debo de enfrentar, y es lo que he estado tratando de hacer y siguiendo las instrucciones de mi jefe, el secretario de Gobernación, hacerlo con una gran transparencia en todo lo que hemos ido mostrando”.
Reconoció que al enterarse de la fuga: “No lloré, me temblaron las manos de rabia y de impotencia”. Al preguntarle si la fuga es imperdonable, Rubido admitió que sí, pero asegura que también era imprevisible.
El funcionario estableció que “este gobierno lo capturó; este gobierno lo va a reaprehender”.
Recorrido
Monte Alejandro Rubido reveló detalles de las características de la celda número 20 del Penal de Máxima Seguridad de El Altiplano que ocupó Joaquín Guzmán Loera, alias El Chapo, desde su ingreso hasta su fuga ocurrida la noche del pasado sábado 11 de julio.
El funcionario federal y la periodista estuvieron presentes en este lugar, el cual indicó Rubido, es vigilado por dos cámaras de seguridad las cuales no tienen alcance en la parte de la regadera, el lavamanos y el retrete por respeto a la intimidad de los internos.
Confirmó que los reos de El Altiplano tienen un horario específico para tomar una ducha, actividad que se puede observar en los monitores por la caída de agua, y además en todo momento se les puede ver el torso y el rostro.
Reconoció que se les hizo extraño el momento en que se sienta, se cambia los zapatos y se dirige al baño, sin embargo subrayó que todo ocurrió en cinco segundos de segundos.
Movimientos
Mencionó que a los custodios encargados de observar los monitores no les llamó la atención el hecho de que el capo estuviera cambiándose de calzado o que caminara de un lado a otro dentro de su celda, toda vez que son actividades que realizan los internos de manera constante.
“Ellos están paseando permanentemente vestidos, esa es la actividad física que realizan y ellos andan con su uniforme”.
Aseguró que a partir de que los custodios se percataron de la ausencia de El Chapo en los monitores y se dio la alerta transcurrió un minuto.
“Un minuto después se manda el señalamiento y es cuando viene el grupo de supervisión siguiendo los protocolos aquí a la celda cuando empiezan a llamarlos por su nombre y cuando se percatan de que se abrió un hoyo en ese momento se activa el código rojo, ahí median alrededor de 18 minutos”.
Indicó que fue hasta entonces cuando se abrieron las puertas e ingresó un grupo de seguridad que fue el primero en entrar al túnel para hacer la persecución.
Aclaró que el personal que llevó a cabo esta tarea tuvo diversas dificultades debido a que las dimensiones del lugar los obligaba a ir agachados, además de que comenzaron a sentir los efectos por la falta de oxígeno y los cómplices de la fuga fueron rompiendo los focos que habían instalado para ganar ventaja.
Dijo que al mismo tiempo se dio la orden de cerrar todos los accesos al penal, de tal manera que ninguna persona podía ingresar ni salir del mismo, incluyendo al personal administrativo, mientras que los encargados de las cámaras de video vigilancia hicieron una revisión minuciosa de todas las cámaras a fin de encontrar alguna imagen que pudiera revelar con mayor precisión la forma en que ocurrió la fuga.
“Se le da parte al guardia perimetral que está en el exterior del penal para alertarlo”.
Precisó que la pieza de losa que fue desprendida del piso del baño de su celda presenta un corte regular, es decir, que fue hecho con mucha precisión, y se presume que se utilizó una fuente calorífica o ácidos para lograr tal perfección.
Con información de: Excélsior