La mexicana ganó de punta a punta los 20 kilómetros, dándo un ejemplo de coraje, valor y mucha, mucha voluntad.
A un kilómetro para la meta, Guadalupe González comenzó a desfallecer por la alta humedad de la mañana. Sin embargo, la mexicana sacó fuerzas del alma para darle a su país la medalla de oro en la marcha de 20 kilómetros de los Juegos Panamericanos.
Fue tanto el esfuerzo sobrehumano que hizo la marchista de 26 años que terminó muy deshidratada y poco tiempo después de cruzar la meta debió ser trasladada de emergencia a un hospital.
González se recuperó dos horas después de la prueba y se presentó finalmente a recibir su oro.
“No estaba en mis planes desmayarme. Me había preparado para ganar pero no en esas condiciones”, señaló González, quien parecía aún algo aturdida. “He dado una preocupación a mi familia, a mi entrenador, a la gente que está pendiente. Esto no debió pasar”.
“Realmente admirable la concentración de ‘Lupita’’’, como se le apoda a la atleta, resaltó el jefe del equipo de atletismo de México, Antonio Lozano, entre orgulloso e inquieto.
González, quien genera grandes esperanzas en México de cara a los Juegos Olímpicos de Río 2016, dio un título que no celebraba México desde hace una década en estas justas. La última presea dorada en la prueba la ganó Victoria Palacios en Santo Domingo 2003.
González punteó prácticamente toda la marcha corta, que se disputó en un circuito a orillas del lago de Ontario, en una mañana soleada y con una humedad superior al 90%.
Cruzó la meta en 1 hora, 29 minutos y 24 segundos, para destrozar el previo récord de 1:38.28 que la guatemalteca Jamy Franco fijó hace cuatro años en Guadalajara. La brasileña Erica De Sena se metió segunda a 38 segundos para asegurar la plata, mientras que la ecuatoriana Paola Pérez entró tercera a 2.28 para el bronce.
Las marchistas arrancaron a un ritmo vertiginoso, pero después de la mitad de la prueba fueron desacelerando.
Tras cruzar la meta, González, evidentemente exhausta, pasó a la camilla de atención y recibió una aplicación de hielo.
Pero la ganadora demoró en recuperarse y se le tuvo que suministrar venoclisis. Se le sacó del lugar de llegada en una ambulancia.
“Me lo comentaba… que venía mal desde el kilómetro 19, pero en su mente solo pensaba cruzar la meta”, dijo Lozano.
González despierta grandes expectativas en México de cara a la olimpiada del año próximo. La marchista ha roto tres veces su marca este año y varios registros regionales.
“Ella viene trabajando muy bien; está concentrada, está segura de lo que está haciendo y nosotros confiamos plenamente en Lupita”, agregó Lozano.
Gonzalez dijo que ahora se entusiasma con su viaje al Mundial de atletismo de Beijing, a fines de agosto, para “poder codearme con las jefas, las mejores, Rusia, China, Italia y España”.
“Y ver cómo está México ante esos niveles”, añadió.
La mexicana Alejandra Ortega, 21, también tomó parte de la marcha, y terminó octava.
La ecuatoriana Pérez aseguró que su meta en Toronto era llegar entre las cinco primeras, pero terminó metiéndose al podio.
“Sabíamos que el clima iba a estar un poco caliente, húmedo y al inicio ellas salieron rápido y pensé en quedarme (atrás) un poquito de ese grupo porque iban muriéndose poco a poco”, dijo Pérez. “La estrategia se dio”.
A diferencia de la mexicana González, Pérez cruzó la meta sin desfallecimientos y con una sonrisa de triunfo.
Fuente: AP