La trata de personas, un delito que anula la dignidad humana, genera ganancias millonarias, que la ubican como el tercer negocio ilícito más lucrativo, solo superado por el trafico de drogas y el tráfico de armas.
Bajo la ley federal, cualquier persona menor de 18 años de edad que sea inducida al sexo comercial es una víctima del tráfico sexual, sin importar si el traficante utiliza fuerza, fraude o coerción.
Fuente: Excelsior.