El costo de ser madre y trabajar

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Las mujeres ganan hasta 21 por ciento menos que los hombres Ser madre tiene un costo económico muy alto para muchas mujeres, ya que por su género perciben en México un sueldo 21 por ciento menor al de los hombres, y en muchas ocasiones se les niegan puestos gerenciales con el argumento de que se pueden embarazar y descuidar el trabajo. Además, muchas veces, cuando tienen empleos de alta responsabilidad, se ven obligadas a renunciar para atender a su familia. Hilda Rodríguez Loredo, tutora de la maestría en Políticas Públicas y Género de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), explicó a Excélsior que otro costo de ser mujer puede equivaler a una pérdida de 25 por ciento del PIB, que es el cálculo estimado de lo que cuesta el trabajo que realizan las mujeres mexicanas en el hogar sin recibir sueldo alguno. “De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación del INEGI, 71 por ciento de las mujeres de la Población Económicamente Activa, que están trabajando o buscando trabajo, tienen hijos, y esto me parece un dato muy importante, porque no se consideran las condiciones difíciles que tienen que pasar las mujeres su condición de mamás”, resaltó. “Esto no se considera en las políticas laborales necesarias para que ellas puedan compaginar sus actividades familiares con las laborales”, abundó. Sin apoyo El Observatorio de Igualdad de Género en América Latina de 2012, elaborado por la Cepal y las Naciones Unidas, señala que en México los ingresos de las mujeres representa apenas 79 por ciento del de los varones. Asimismo, 34 por ciento de las mujeres en el país trabaja sin recibir un salario, mientras que sólo nueve por ciento de los hombres está en esta condición. Óscar de la Vega, presidente del Comité Técnico Nacional de Capital Humano del IMEF, afirmó que “hoy las mujeres graduadas ocupan un porcentaje muy alto de la economía, porque ya no pueden depender de un solo ingreso. Esto plantea el reto de generarles empleos que se adapten a sus necesidades. Y al no encontrarlos, muchas veces se contratan en la informalidad”. “Pero la informalidad no ofrece ningún tipo de garantía que les proteja la maternidad, ni beneficios pre o posnatales. No tienen ningún tipo de consideraciones en base a su género como tal, lo que hace que sean de los grupos más desprotegidos”, enfatizó. Añadió que se debe avanzar en la legislación para la igualdad de género. “Se avanzó con la reciente reforma laboral, pero no fue suficiente”, expresó. Hilda Rodríguez, precisó que por el hecho de ser madres, muchas veces las mujeres ni siquiera se consideran para tomar cargos de decisión; esto es muy claro, no sólo en el sector público, también en la iniciativa privada es algo muy común, detalló. Carencias La Cepal detalla que el ascenso de las mujeres en puestos de gabinete ha sido muy lento en México al pasar del 9.5 al 16.7 por ciento de los cargos. Por otro lado, las mujeres que tienen un empleo productivo se ven obligadas a trabajar en la mayoría de los casos mucho más horas que los hombres, ya que deben realizar también trabajo doméstico. El Observatorio de Igualdad de Género en América Latina de 2012 revela que las mujeres destinan en total 63 horas por semana al trabajo total, remunerado o no remunerado, mientras que los hombres sólo laboran 57 horas.   No se identifican con la publicidad Desde que se celebró el primer 10 de mayo en 1922 por iniciativa de Excélsior, han pasado 91 años, y aunque las mamás son muy distintas a las de aquel entonces, hay marcas que parecen no haberse percatado. En los anuncios de productos como detergentes o electrodomésticos las mamás siguen siendo mujeres que se desviven por dejar las camisas blancas o la casa brillante; sin embargo, y según datos del INEGI, el poder económico de las madres va más allá de la compra de jabones o el uso de la lavadora, pues representan buena parte de la fuerza laboral, y para este 10 de mayo, las planchas y las lavadoras dejaron de ser un artículo deseado. Cambio de identidad En un sondeo de Excélsior, pidiendo a las mamás que mencionaran el regalo que más desean, las respuestas abarcaron desde iPads y smartphones, hasta cenas y perfumes. Además, tampoco se sienten identificadas con las mujeres que aparecen en los comerciales de detergente y electrodomésticos. “En los comerciales siempre sale la mamá muy contenta porque todo huele a limpio, y parece que sólo se siente reconocida por su trabajo en la casa; creo que las mamás de ahora no buscamos eso”, dijo Isabel García, madre y profesionista. Ana Paola Bravo Cajal, analista de All About en De la Riva Group, firma especializada en estudios de mercado, explicó que para las marcas responder a esta nueva realidad es un reto: “Las mujeres están conscientes de que las marcas las están segmentando, algunas ya no se sienten tan identificadas con la forma en que algunos productos se comunican con ellas”, dijo la especialista. Fabián Ghirardelly, Director Comercial de Kantar World- panel México, consideró que “hay muchas categorías que se están acercando para satisfacer necesidades puras de la mamá, no de la familia”. Acotó que “lo que sí es claro es que a la mamá se le busca hablar de otros ángulos, tratando de responder a sus necesidades; eso lo ves más en categorías como telefonía o viajes”. Algunos cambios También existen empresas, como las tiendas departamentales, que además de artículos como lavadoras o refrigerados, han ofrecido a las mamás opciones para satisfacer gustos propios, como sedas, ropa, perfumes y zapatos, gustos que se han transformado con el tiempo, pues ahora promocionan iPads y artículos que atraen a las nuevas consumidoras. Con información de: http://www.dineroenimagen.com/2013-05-10/20015]]>

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