Lo que una madre con cáncer puede hacer con tal de que nazca su bebé

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Todo en la vida iba bien para esta joven de 24 años, hasta que un día cualquiera se le detectó un cáncer en la mandíbula.

Todo iba bien.

A los 24 años parecía tener la vida perfecta: un novio que la amaba, un trabajo como modelo que le permitía viajar por todo el mundo y un bebé en camino.

Pero, ¿qué pasaría si todo cambia de manera súbita? En mayo de 2014, en un viaje por Ámsterdam, Elizaveta Bulokhova empezó a sentir mucho dolor e hinchazón en el lado derecho de la mandíbula.

El dolor no cesó sino que se volvió insoportable. Las tomografías que le realizaron indicaron que tenía una extraña manifestación de cáncer en los huesos.

Para ese momento, Elizaveta y su novio,  Roman Troubetskoi, esperaban a su primer bebé, Valentín; sin embargo, los médicos les comunicaron que la modelo tenía que abortar antes de iniciar las quimioterapias.

 

Elizaveta se negó a abortar a su bebé. Decidió someterse a una larga y dolorosa cirugía en donde los médicos le removieron el tumor de su mandíbula.

Tras la remoción, los especialistas tuvieron que reconstruirle esa parte de su rostro con venas, nervios, peroné e injertos de su pierna derecha.

Y no sólo eso, el bebé tenía grandes posibilidades de nacer con alguna discapacidad por la anestesia suministrada a su mamá, si es que lograba sobrevivir.

 

Contra todo pronóstico, y pese al mal estado de salud de Elizaveta, Valentín nació, completamente sano, por medio de una cesárea por lo que tuvo que permanecer en cuidado intensivo neonatal los siguientes 51 días.

 

Desde entonces, la familia ha tenido que luchar pues Elizaveta aún debe sobreponerse al cáncer, recuperar el peso que perdió y someterse a varias cirugías de reconstrucción.

Sin embargo, la familia celebra la vida de Elizaveta y del pequeño Valentino. Por eso, el fotógrafo Manolo Cerón decidió realizar esta conmovedora sesión de fotos.

 

 

Fuente: Excelsior

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