La pobreza extrema en la que se desenvuelve un gran porcentaje de la población potosina llegó a las Redes Sociales, al hacer uso de esta nueva herramienta digital para intercambiar pertenencias, prendas o servicios a cambio de alimentos.
Con una velocidad vertiginosa en las Redes Sociales se observa diariamente como diversos usuarios solicitan despensas alimentarias a cambio de desprenderse de algún bien personal, que va desde ropa, zapatos, celulares, electrónicos, y hasta ofrecer algún trabajo de limpieza, plomería albañilería e incluso de compañía sentimental.
Son incontables las solicitudes de alimentos, en la que se identifican aquellas que derivan en el extremo de ofrecerse como paño de lagrimas para personas que se sientan solas o deprimidas.
Las más comunes son de jóvenes que tras acudir a un festejo de fin de semana se quedan sin recursos económicos y ofrecen sus celulares o mascotas a cambio de “un Six de cervezas, para la cura”.
Los más lamentables son madres de familia que se describen como personas no muy duchas en el uso de las Redes Sociales, pero que por necesidad ofrecen algún trabajo por la comida del día.
El intercambio de objetos por despensas o alimentos, es muy variado, sillas, televisores, focos, audífonos, pantalones, blusas, zapatos o tenis, malbaratados hasta por un refresco.
Este mercado inusual y que no se encuentra regulado por ninguna autoridad, también da pie a incrementar la inseguridad pública ya de por si deteriorada en San Luis Potosí.
El uso de las Redes Sociales es una clara radiografía de la realidad en materia de pobreza de los potosinos, que las autoridades no pueden minimizar o esconder con cifras alegres, pues solo basta un botón para ver este mundo del que muchos no han podido escapar y que a decir de los registros oficiales afecta alrededor de un 20 por ciento de la población en pobreza extrema y un 50 por ciento en pobreza ordinaria.
Fuente: Heraldo