¡Cómo hemos cambiado! Me refiero a nuestra sociedad a 15 años de distancia de haberse autorizado por primera vez el matrimonio entre personas del mismo sexo. Fue en septiembre del año 2000 cuando el parlamento Holandés concede este derecho, tres años después le siguió Bélgica y en América Latina Argentina fue el primero el 15 de abril de 2010.
Recientemente la Corte Suprema de los Estados Unidos resolvió que el matrimonio entre hombre mujer viola el derecho de igualdad, por tanto la Constitución de los Estados Unidos, siendo así admite el matrimonio entre personas del mismo sexo en sus 50 estados del país, lo que sin duda también influyó al nuestro.
La corte de Justicia de nuestro país declara que la unión entre hombre y mujer es discriminatorio, lo que abre la posibilidad de legislar entorno al matrimonio entre el mismo sexo. El tema es complejo sin duda, porque la corte determina que aquellos códigos familiares o civiles en los que se establece que la procreación sea la finalidad del matrimonio, son violatorios. Así mismo señala que no deben ser discriminatorios en ningún sentido.
Nuestro Código Familiar del Estado de San Luis Potosí señala que el matrimonio es la unión legal entre un hombre y una mujer, así lo dice el artículo 15, lo que significa que si una pareja homosexual pretende contraer matrimonio puede ampararse ante la Justicia con el sustento que le causa agravio por ser una ley discriminatoria y puede obtener este amparo.
Así las cosas, la institución por excelencia en nuestra sociedad es el matrimonio, éste como sustento de la familia, como lo señala su misma raíz etimológica proveniente del latín “Matris Munium” madre y cuidado de ella, el Derecho Romano lo define como: el cuidado proviene del marido, siendo la unión entre un hombre y una mujer por el derecho natural a la procreación.
En la historia el matrimonio radica en la unión de un hombre y una mujer, así lo describe el relato bíblico de Génesis, Dios creó al hombre y a la mujer y les dio la instrucción de llenar la tierra y dominarla. Y también en culturas como Egipto y Grecia dan pie a la procreación como el sustento de la familia, quizás sin importar ese contrato llamado matrimonio.
Hoy en día la realidad social implica también un orden distinto, que la misma norma esté acorde a las realidades que suceden, los grandes cambios sociales marcan el rumbo de la sociedad, hoy vivimos uno de ellos. Así como en la edad media Enrique VIII de Inglaterra permite el divorcio y se separa de la Iglesia Católica para conseguirlo, vivimos una nueva era de lo que conocemos como familia, porque el tema del matrimonio igualitario va de la mano con la adopción y esto genera un nuevo concepto, sin duda polémico, sin embargo es la realidad en que vivimos.
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