Académico del INAH dice que ese proyecto y minas traen a indígenas sólo despojo y desplazamientos.
Proyectos como el acueducto Monterrey VI condenan a la pobreza a los pueblos indígenas, además de despojarlos de sus recursos naturales, en la medida en que no se les ofrezca ninguna opción a los afectados, dijo Francisco López Bárcenas, investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia, durante una conferencia en el Colegio de San Luis.
El proyecto Monterrey VI busca extraer agua del río Pánuco, en territorio de Veracruz, pero muy cerca de la colindancia con San Luis Potosí, en la zona Huasteca, donde el río Tampaón es el más importante afluente para uso agrícola y ganadero de la región, el líquido sería destinado a abastecer la zona metropolitana de la capital de Nuevo León.
Con la proliferación de proyectos similares, agregó el académico, también continuarán los conflictos, como ya se ha visto en otras partes del país, el investigador enumeró 18 juicios en entidades como Chihuahua, Jalisco, Campeche, Yucatán, Oaxaca, Nuevo León, Sonora y San Luis Potosí.
Tales litigios, agregó, son consecuencia de despojos y desplazamientos de pueblos indígenas, para favorecer megaproyectos como gasoductos, presas, parques eólicos, carreteras o explotaciones mineras.
Francisco López Bárcenas estuvo en el Colsan para ofrecer la conferencia “Pueblos Indígenas y Megaproyectos: las Nuevas Rutas del Despojo”, donde precisó que los conflictos mineros son los más graves por el número de concesiones existentes en el país y entre los pueblos afectados mencionó a los Wixarika (huicholes)
Advirtió además que en los próximos meses se podrían agravar los conflictos relacionados con parques eólicos, dada la tendencia hacia la explotación de esa energía como fuente de electricidad.
San Luis Potosí tiene en proceso varios de los megaproyectos mencionados por el investigador, entre ellos estarían la presa La Maroma, ubicada en el altiplano potosino y que ha tenido la oposición del pueblo Wixarika, el acueducto Monterrey VI, proyectado para la Huasteca, así como parques eólicos en municipios como Charcas y carreteras, como el eje transoceánico Tampico-Manzanillo.
Fuente: Pulso
