En la capital del estado ha causado agrietamientos de casas y hasta su colapso, señala especialista.
El hundimiento del suelo, como el que se registra en algunas zonas de la capital potosina ya se considera un problema ambiental, cuyas consecuencias más evidentes son el agrietamiento en viviendas u otras construcciones y hasta su colapso, señaló Patricia Julio Miranda, doctora en vulcanología por la Universidad Nacional Autónoma de México.
La experta, dijo lo anterior durante su conferencia “¿Es la subsidencia del terreno un problema ambiental” que ofreció en El Colegio de San Luis (Colsan) como parte del seminario “Agenda social del agua: riesgos, capacidades sociales e inequidad”.
De acuerdo a Patricia Julio Miranda, la subsidencia del terreno, que se manifiesta en el agrietamiento de casas, su hundimiento o el abultamiento de calles puede ser consecuencia de factores biofísicos, como el movimiento de las placas tectónicas, o por factores humanos, principalmente la extracción de agua o petróleo.
En la capital potosina desde el año 2004 se hizo uno de los primeros estudios sobre ese fenómeno y se detectaron en esa fecha y hasta 2008 unas dos mil casas con agrietamientos, de las cuales 282 presentaron daños severos que incluso necesitaron su demolición.
La ponente explicó además que la subsidencia del suelo es un fenómeno geológico subterráneo, producto de la disolución de materiales profundos y que se ha generalizado en el mundo y en México debido a la actividad humana de extracción.
Agregó que por la extracción del agua profunda de los mantos o actividades de perforación se fracturan los suelos, por ello es necesario llevar a cabo estudios a fin de determinar la vulnerabilidad y evaluar los riesgos que representa ese problema ambiental.
Fuente: Pulso
