La Cábala por Adriana Ochoa
Con reporteros de la fuente, en un convivio, el alcalde capitalino se dolió de “abandono” por parte de autoridades y figuras políticas que lo convencieron de incursionar en política. en mala hora fue a saltar de la rectoría a la alcaldía.
Con una administración que cierra en pánico de proveedores y prestadores de servicios por impago, el momento del alcalde Mario García Valdez no puede ser otro que el de cuerpo presente.
Por deudas, los bomberos cierran una estación en zona residencial; el concesionario de la recolecta de basura suspende un turno en un sector de la ciudad; los constructores presionan y los proveedores se acogen a opciones de pago posterior con ánimo “de lo perdido, lo que aparezca”.
Empleados por honorarios, instructores de centros comunitarios y personal de apoyo en servicios recreativos se quejan de que no han cobrado desde junio.
Contribuye a la estampida de acreedores la fría advertencia que el alcalde electo les ha hecho ya en acercamiento previo con algunos de ellos: Si les deben algo, cóbreles, porque nosotros no nos hacemos responsables.
Como lastre mayor, un endeudamiento que en tres años no hubo donde acomodarlo. Al tesorero ya no le queda para prometer pago antes de bajar la cortina. El tiempo se agota y no se ve avance. Ya no contesta el teléfono y con ello acicatea la incertidumbre de quienes reclaman adeudos. El propio alcalde tuvo que salir con la recolectora de basura y prometer de nuevo para evitar que el servicio fuese interrumpido por completo: la cuenta con la empresa ya se acerca a los 90 millones de pesos.
Finalmente el escurridizo tesorero Bolaños Guangorena aportó un abono parcial para mantener la operatividad del servicio. Algunos acreedores que detectaron propiedades inmobiliarias del municipio capitalino en sectores residenciales han optado por demandar: la meta es ganar en tribunales y embargar lo que cubra su exigencia de pago, no cualquier bien, no, los mejor ubicados y con proyección inmobiliaria. La demanda no es inocente; lleva la asesoría de colaboradores del propio alcalde. Tiburones, pues.
Hace algunas semanas, en un convivio con gente de prensa, reporteros escucharon al presidente municipal quejarse de la falta de apoyos a su gestión. Que lo dejaron solo, les dijo muy sincero. Un grueso dejo de reproche para quienes lo convencieron de disputar la elección para la alcaldía capitalina y luego, dice, lo “botaron”, con un cabildo en cuya integración no llevó mano y con un equipo de colaboradores de compromiso.
Cuando concluyó su rectorado en la UASLP, hace más de tres años, sus seguidores no veían techo para su proyección política. Era un rector popular y con una envoltura de logros en obras y programas muy vestidora. Le ofrecieron la alcaldía como el natural escalón de paso a la gubernatura y la ganó. Se suponía que gobernador y presidente municipal de San Luis Potosí harían un tándem irrepetible, que Toranzo lo necesitaba para mantener la alcaldía en una elección complicada y por tanto le compensaría con gestiones y apoyo.
Se equivocó Mario. Toranzo no movió un dedo por “su” alcalde ni por la ciudad en sí. Aún peor, tampoco le permitía hacer gestiones. San Luis padeció a un gobernador que ni hizo ni dejó hacer y la mejor prueba son los datos dados a conocer por el investigador José Santos Zavala, del Colsan, sobre el desplome de la inversión pública en los últimos años: en 2009 se destinó el 6 por ciento de los recursos estatales a inversión pública mientras que en 2013 apenas se destinó el tres por ciento.
Impedido por los mandos políticos centrales de este país para sancionar a la ex alcaldesa Victoria Labastida Aguirre, Toranzo le echó la papa caliente a Mario. Amarrado por sus aspiraciones, el alcalde no se atrevió a apedrear el capelo de cristal dispuesto desde Gobernación para su antecesora.
La distancia con el gobernador que lo convenció de buscar la alcaldía se hizo mayor, en parte con ayuda del nada neutro primer círculo del mandatario. Si ya era difícil la relación con un gobernante que eleva el berrinche a categoría de política gubernamental, fue a peor.
Sin persecución concreta para su antecesora ni la esperada condena pública, Mario asumió las deudas y le agregó las suyas. Se arriesgó aún más en su proyecto de saltar a la gubernatura y no reparó en gastos, los mismos que ahora el ayuntamiento no puede dejar cubiertos. Sus promotores se volcaron en los medios mientras una realidad de calles destrozadas, zanjas de obras inconclusas, desorden vial, grafiti y ambulantaje desmentía los paraísos de una ciudad digital y moderna que nunca llegó.
No hubo promotor, asesor, consultor o amiguete de ocasión que le advirtiera de la alcaldía como el peor lugar para despegar a una candidatura a gobernador, no sólo por las deudas y complicaciones financieras, sino también porque es una trampa inutilizante para quien tiene aspiraciones: imposible salir sin pelearse con el comercio, los empresarios, los inmobiliarios, los políticos de mayor peso, los tianguistas, el comercio informal y un muy largo etcétera de intereses. Todos esos personajes exigen “posiciones”, favores, exenciones, “atenciones”, negocios y ayudas.
Los tiempos en que un alcalde salía del cargo rumbo a la gubernatura casi por aclamación se acabaron. Quizá la apuesta de Ricardo Gallardo Juárez sea reconfigurar esta ruta, él en circunstancias muy diferentes a las del saliente presidente municipal. Llega cuerpeado al exterior por diputados locales y dos diputados federales; además de gobernar de la ciudad de San Luis Potosí, influirá, y mucho, en Soledad de Graciano Sánchez y Mexquitic, un súper corredor político.
Hasta ahora lo que se percibe es que el sucesor de Mario trae más pleito que programa, no sólo para el emproblemado alcalde saliente, sino empresarios a quienes ya hizo saber que les va a buscar adeudos, incumplimientos y otros indebidos.
Mientras el día de asumir llega, el saliente vive la angustia de un presente escaso y de un futuro incierto, quizá sujeto a la desconsideración y al ataque despiadado, pues si no hay dinero para hacer nada, por lo menos material de escándalo sí habrá.
ROLLOS SUELTOS
CITA CON CALDERÓN. “Templo Mayor” de Fray Bartolomé, la columna política de Reforma, publicó ayer que el jueves al mediodía, el gobernador electo de San Luis Potosí, Juan Manuel Carreras López, y el ex presidente panista Felipe Calderón, fueron vistos “echándose un cafecito” en la brasserie de un hotel de Polanco. “Sólo ellos saben de lo que hablaron, pero quienes los observaron dicen que estaban muy concentrados en la plática”, señala el fraile.
DETALLES. Quienes los vieron incluso reportaron que a unos metros del potosino y el ex presidente, en otra mesa del mismo establecimiento, estaba la ex primera dama, Margarita Zavala. La señora los dejó hablar a sus anchas.
DE PRIISTA. La noche anterior a esa cita que refiere “Templo Mayor”, el miércoles 19, el Güero Carreras y Toranzo participaban de una foto grupal de gobernadores priistas en todas las categorías (constitucionales, salientes y electos) con el candidato a la presidencia nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, y su compañera de fórmula única, Carolina Monroy del Mazo. El motivo de esa reunión fue manifestar el apoyo a Manlio.
LOS AMIGOS. En la foto priista, tanto Carreras como Toranzo aparecen en segunda fila. Es sabido que Toranzo y Calderón nunca se vieron bien, la suya fue una relación difícil y mal disimulada, pero el sucesor del primero conserva, a lo que se ve, la amistad personal con el panista aunque éste vino a apoyar la campaña a la gubernatura de su correligionaria Sonia Mendoza.
CONTRATAZO. Un peticionario solicitó al Ayuntamiento copia del contrato que celebró con el notario Jacinto Lárraga Martínez para regularizar el patrimonio municipal. El monto del acuerdo económico por este servicio es de superior a los 4 millones 600 mil pesos, más el IVA y la retención de ISR.
CERTIDUMBRE. El contrato tiene como fin regularizar los documentos de propiedad del Palacio Municipal, los mercados, los centros comunitarios, los panteones municipales y unas macromanzanas que el INVIES entrega al Ayuntamiento en Ciudad Satélite como áreas de donación y servicios. Este trabajo deberá estar concluido para el 30 de septiembre próximo, por lo que la administración municipal estaría entregando la certeza legal sobre estas propiedades que, por el costo de documentarlas como patrimonio deben tener un valor importante en contante y sonante.
Fuente: Pulso
