La Secretaría de Educación Pública sigue sin pagar el trabajo que encargó en julio de 2013. Tras dos años con la deuda, los afectados se enfrentan a cientos de trámites y pretextos para recibir su pago.
Al iniciar el ciclo escolar 2015-2016 los alumnos de todo el país recibirán los libros de texto que realizaron y editaron cientos de autores que no han recibido pago por su labor.
La Secretaría de Educación Pública (SEP) no ha pagado el trabajo de las personas que empleó en julio de 2013para crear los libros de texto de educación básica, pese a que se comprometieron a finiquitar el adeudo en abril pasado.
“Es una falta de respeto que tengamos que rogar para que nos paguen por un trabajo que entregamos hace dos años. (La SEP) ni siquiera tiene una justificación o un argumento de por qué no nos han pagado, sólo nos traen de oficina en oficina diciendo que el trámite está parado por cualquier cosa, pero no hay una respuesta clara”, dice en entrevista Itzel Bolado, quien realizó la evaluación de los libros de texto que encargó la SEP en julio de 2013 tras el hallazgo de al menos 117 errores en los libros vigentes en ese entonces.
En la SEP argumentan que se está atendiendo el tema de los adeudos, pero según el colectivo SEP Págame —que agrupa al menos a 300 autores— sólo se ha pagado la labor del 20% de los involucrados, mientras que el resto sigue esperando.
A principios de este 2015, la SEP reconoció, sólo tras el envío de cartas tanto al secretario de Educación, Emilio Chuayffet, como al presidente Enrique Peña Nieto, que existía un adeudo con autores de libros de texto. En enero-febrero pasado, la secretaría se comprometió a firmar convenios de liquidación del trabajo durante abril, para terminar de pagar en máximo 30 días naturales.
Más de 100 días después, la mayoría de los autores siguen reclamando su pago, los cuáles oscilan entre 15 mil y 135 mil pesos por persona.
Los adeudos involucran los libros de texto que este lunes se reestrenan en las aulas y que contemplan la producción intelectual, dictaminación editorial, revisión y evaluación de los libros de 1º y 2º grado de Español, 1º y 2º de Educación Artística “que también incluye materiales para el maestro”, 4º a 6º de Historia; 5º y 6º de Formación Cívica y Ética; 1º a 6º de los libros de Lecturas; 1º a 6º de Educación Física “con libro para maestro”; y la revisión de los materiales de secundaria.
El área encargada de liquidar a los autores es la subsecretaría de Educación Básica de la SEP, en manos de Alberto Curi Naime, quien ha recibido un sinfín de cartas y correos electrónicos de los afectados, aunque ninguno ha tenido respuesta.
Entre los principales argumentos para no recibir el pago están que el mismo Curi Naime no ha revisado ni firmado el expediente del autor, que la carpeta del adeudo se encuentra en revisión fiscalizadora o que están a la espera del análisis de la Dirección General de Presupuesto y Recursos Financieros.
Los directores de área a cargo de mantener al tanto a los autores del proceso de pago son Hugo Mendoza y Eugenio Martínez, sin embargo, los afectados denuncian que los funcionarios no responden en qué estatus se encuentra su trámite ni cuánto tiempo más falta para que ocurra la liquidación.
El primer compromiso de pago fue en noviembre de 2013, pero después, los autores fueron notificados que el pago llegaría a principios de 2014. Cuando el dinero no llegó en esa fecha, inició el vía crucis en oficinas de gobierno, con misivas enviadas al mismo secretario de Educación y al presidente Peña Nieto, sin que, a la fecha, algún funcionario de primer nivel haya respondido a los afectados.
Si bien el 20% de los involucrados recibió su pago en el segundo trimestre de 2015, todavía son muchos los afectados. En un inicio, la SEP argumentó que no existían recursos para liquidar la deuda y que la Secretaría de Hacienda había retirado el monto etiquetado para pagar.
Sin embargo, en 2013, año en que la Dirección general de Material e Informática Educativa, en ese entonces en manos de Laura Athié, encargó los materiales, se presupuestaron 225 millones de pesos para la producción y edición de libros; mismo que no se ejerció.
En 2014 y 2015 se etiquetó un monto similar para el mismo fin.
Integrantes del colectivo SEP Págame reconocen que muchos afectados han desistido de cobrar por su trabajo porque lo consideran “una pérdida de tiempo”.
“Es un ir y venir a oficinas de gobierno, sin que nadie te reciba, sin tener una respuesta por correo electrónico. Hay que invertir mucho tiempo y llevamos dos años en lo mismo. Luego nos piden documentos porque harán el pago, los documentos caducan y no pasa nada y nosotros tenemos que regresar a reiniciar el trámite, otra vez con la promesa del pago, pero sin ninguna seguridad”, explicó Itzel Bolado.
En ningún caso existe un contrato, pues los autores iniciaron y entregaron su trabajo bajo la promesa de que se realizaría una licitación en la que resultarían ganadores.
Este lunes que arrancan las clases de educación básica en todo el país y los libros fueron repartidos para un ciclo escolar más, los autores siguen esperando.
Fuente: Animal Político