El débil resultado de la actividad del sector manufacturero de China hundió a todos los mercados internacionales.
El débil resultado de la actividad del sector manufacturero de China hundió a todos los mercados internacionales, empezando por las bolsas asiáticas; lo que refleja la fuerte desaceleración de la segunda economía más grande del mundo.
De acuerdo con las cifras de la actividad industrial del país asiático, ésta se contrajo en agosto a su mayor ritmo en casi seis años y medio, debido a la debilidad de la demanda doméstica y de las exportaciones.
La sorpresiva devaluación del yuan de China la semana pasada y el desplome de sus acciones a comienzos del verano han generado temores de que el país corra riesgos de una fuerte desaceleración que podría golpear al crecimiento global, produciendo caídas de los mercados financieros.
¿Por qué?
China es la segunda economía más grande del mundo y si les va bien o mal le afecta a todo el sistema financiero. Los inversionistas de todo el mundo están preocupados, porque un crecimiento lento de la economía china implica que haya menor comercio de materias primas, lo que se traduce en menos compras a nivel internacional.
El Índice preliminar de Gerentes de Compra (PMI) del sector manufacturero de China elaborado por Caixin/Markit cayó a 47.1 puntos en agosto. La cifra fue la más baja desde marzo del 2009, durante la crisis financiera global, y la sexta consecutiva por debajo del nivel de 50 puntos, que separa al crecimiento en la actividad de la contracción según una base mensual.
Los detalles del sondeo sobre actividad mostraron que las condiciones están empeorando en casi todas las mediciones, ya que la producción manufacturera se contrajo a cerca de un mínimo de cuatro años, las órdenes de exportaciones y domésticas cayeron a una tasa mayor que en julio y las empresas despidieron a más trabajadores.
Estos indicadores podrían hacer que China devalúe nuevamente su moneda con la intención de hacer más competitivas sus exportaciones y así reactivar su economía. Esta posibilidad hace que los inversionistas busquen proteger su dinero y hagan grandes movimientos de capital, lo que provoca turbulencias en los mercados.
Crecientes riesgos
Las autoridades chinas han enfrentado problemas para estabilizar al mercado bursátil del país después de que casi colapsó a inicios del verano. Pekín sorprendió a los mercados financieros este mes al devaluar el yuan en casi un 2 por ciento.
El banco central dijo que la devaluación del yuan fue una decisión técnica y parte de su proceso de reforma de divisas, pero muchos inversionistas temen que se permita que la moneda se deprecie más en medio de las presiones para fortalecer las exportaciones, lo que potencialmente podría dar inicio a una guerra global del tipo de cambio.
La pesimista cifra del PMI se conoció luego de que otros datos oficiales mostraron la semana pasada que el crecimiento de la producción industrial, la inversión y las ventas minoristas en China resultaron más bajos que lo esperado en julio.
Los bajos números destruyeron las esperanzas de que la economía finalmente se estuviera estabilizando después de una serie de medidas de apoyo durante el último año, incluidos cuatro recortes a las tasas de interés y un enorme rescate al mercado bursátil.
Analistas han advertido que China tendrá problemas para cumplir su meta de crecimiento económico oficial de un 7 por ciento este año si no redobla las políticas de apoyo para combatir un enfriamiento de la actividad.
Fuente: Milenio.