Tú, ¿qué traes de lonche?

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Uno de cada tres niños en México padece sobrepeso u obesidad. El desayuno y el lonche en el recreo son un elemento fundamental para combatir la desnutrición y los problemas alimenticios.

El lonche que se lleva a la escuela es todo un acontecimiento. Desde su preparación, hasta el momento en el que se consume –y comparte– con los compañeros, este alimento se vuelve un elemento fundamental para el desarrollo infantil y el rendimiento escolar.

En un país como México, el lonche representa una de las armas más importantes contra la desnutrición y el combate de enfermedades como obesidad, diabetes y sobrepeso.

Y es que en la República Mexicana, uno de cada tres pequeños padece sobrepeso u obesidad, de acuerdo a los resultados de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012. No solo eso, el 10 por ciento de los niños mexicanos en etapa escolar tiene anemia.

Tomando en cuenta que su desayuno –por la temprana hora–, puede ser sencillo y de digestión rápida, el lonche durante el recreo es esencialmente importante para su nutrición.

Sobre todo porque un niño –o adolescente– que desayuna diaria y sanamente tendrá mejor capacidad de concentración, memoria y otras habilidades mentales.

Costo para la salud y el bolsillo

En México, el costo de la obesidad rebasa los 85 millones de pesos anuales, según los resultados del estudio titulado “Kilos de más, pesos de menos: los costos de la obesidad en México”, elaborado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

Dicha cifra solamente corresponde a los costos por tratamientos, muerte prematura e incapacidad laboral para las personas que padecen diabetes.

Por otro lado, un estudio a cargo del Centro de Investigación en Nutrición y Salud del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), la Fundación Mexicana para la Salud (Funsalud) y otras instituciones, calculó que en 2010, el gasto derivado de 13 padecimientos relacionados con la obesidad en México fue de 806 millones de dólares.

Esa cifra podría llegar a los 1.2 mil millones de dólares en 2030 y 1.7 mil millones de dólares en 2050.

Y es que, actualmente, atender a las personas que padecen obesidad –y sus consecuencias–, representa para la Federación un gasto de más de la mitad de los 134 mil millones de pesos que están  asignados para el sector salud.

Los niños y jóvenes en México cada vez presentan más síntomas de problemas metabólicos, y a edades más tempranas.

No rinden en la escuela

La mala alimentación de los niños no solamente afecta su salud y rendimiento cognitivo.

El hecho de que los infantes no desayunen como es debido o que lleven a la escuela un lonche que no contenga nutrientes balanceados y necesarios, altos en grasas y/o que a los niños los dejen con hambre también es un problema serio que afecta su desarrollo.

De acuerdo a datos del informe sobre la pobreza más reciente del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), alrededor de 24 millones de personas en el país viven con un salario que no alcanza a cubrir sus necesidades alimentarias.

Y pese a la labor de la Cruzada Nacional Contra el Hambre, el 42.5 por ciento de las personas que recibieron apoyo aún siguen en condiciones de hambre.

La importancia del desayuno

Un estudio a cargo de Kellogg’s reveló que el 70 por ciento de los niños que no desayunan no lo hace por falta de hambre o apetito. Si el niño no tiene ganas de comer algo temprano es porque no tiene bien establecido un hábito de cena y sueño.

La investigación a cargo de Kellogg’s enfatizó que el 40 por ciento de los pequeños de entre seis y 12 años cena entre las 9 y 10 de la noche, y se acuesta entre las 10 y las 11 de la noche. Esto no en sábados, sino entre semana y con horarios de jornada escolar normal.

El promedio se levanta entre las 7 y las 8 de la mañana, por ende más del 50 por ciento de los niños de entre el rango de edad mencionado se despierta con sueño –y sin hambre– en las mañanas. Lo que forma un círculo vicioso en el que se ven afectados su rendimiento académico y su nutrición.

Expertos en nutrición infantil puntualizaron que el aporte de valor calórico del desayuno no debe ser menor al 25 por ciento del valor calórico total de la dieta del niño. Ya que cuando un pequeño no desayuna bien o consume alimentos que no le aportarán las calorías que necesita –así como las proteínas, vitaminas y minerales–, se puede ocasionar hipoglucemia secundaria, que afecta su salud, comportamiento y rendimiento.

¿Qué llevar de lonche?

Expertos recomiendan que los pequeños desayunen huevo o carne, frutas y verduras. Y, una vez que se fueron a la escuela sin el estómago vacío, a la hora del recreo deberán consumir energía para rendir el resto del día.

Mayra García, nutrióloga de la Universidad Autónoma Metropolitana, dijo a CNN que se recomienda darle como desayuno a los niños cereales sin azúcar, con leche entera o semidescremada, fruta y jamón con pavo y verdura.

Si no hay tiempo para preparar ese desayuno, García recomienda preparar un rápido licuado con yogurt, fruta y algún cereal.

El estudio de Kellogg’s también indicó que el refrigerio para el recreo deberá contener yogurt, bajo en grasa, panqués integrales y verduras crudas (pueden ser con limón y chile para que sean más placenteras para los pequeños).

A su vez, dos veces por semana se podrían mandar loncheras con palomitas de maíz bajas en grasa, atún en agua, una barrita de queso fresco, y barras de cereal.

También se aconseja evitar panes y galletas, que los niños beban suficiente agua durante el día, que coman erguidos y bien sentados, y que las escuelas implementen actividades físicas entre clases, para que quemen energía y hagan deporte.

Puedes ser muy creativo a la hora de empacar sus alimentos y con ello lograrás que el niño prefiera lo que trae en la lonchera y no lo que venden de chatarra en las tienditas. O peor aún, que se quede con hambre durante toda la mañana, o que entrene en pleno sol y con el estómago vacío.

Niños desnutridos

Según los resultados de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) del 2012, en el país hay alrededor de 302 mil niños menores a cinco años que tienen bajo peso. Y un millón 467 mil pequeños tienen talla baja.

Mientras que 171 mil niños mexicanos presentan estado de enflaquecimiento extremo.

La obesidad en México

México tiene el primer lugar en obesidad a nivel global, con una prevalencia de 32.8 por ciento en adultos obesos. En el caso de los niños, la prevalencia a nivel nacional en niños entre cinco y 11 años es de 34.4 por ciento. Mientras que en adolescentes es de 35 por ciento, lo que equivale a 6.3 millones de mexicanos de entre 12 y 19 años.

 

Fuente: Reporte Indigo

 

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