EL INGLÉS ES UNO DE LOS IDIOMAS MÁS LIBRES, POR LO CUAL ABUNDA EN TÉRMINOS QUE NO TIENEN EQUIVALENCIA NI TRADUCCIÓN PRECISA
En sus Investigaciones filosóficas, Ludwig Wittgenstein especuló sobre la posibilidad de que un león hablara, que tuviera un lenguaje articulado similar a cualquiera que ha desarrollado el ser humano. Sin embargo, aseguró el filósofo, “si un león pudiera hablar no lo entenderíamos, porque imaginar un lenguaje es imaginar una forma de vida”. El lenguaje surge de una realidad específica, con su tiempo y su espacio, sus prácticas y una vasta red de significantes que se anudan de formas caprichosas y, sobre todo, imprevisibles.
Desde cierta perspectiva, este es el fundamento de “lo intraducible”. Incluso sin pensar en que un animal pudiera “hablarnos”, sabemos que cada idioma tiene términos que transitan con dificultad hacia otros territorios lingüísticos, ya que no tienen “traducción literal” o equivalente.
¿Cómo traducir la “saudade” del portugués o la “lítost” del checo? ¿Qué palabra de nuestro español expresa el sentimiento de estar solo en el bosque que se condensa en el vocablo alemán “Waldeinsamkeit”?
El idioma inglés es particularmente único en este aspecto: es creativo por naturaleza, lúdico y espontáneamente inventivo (aquí una buena opción para viajar y experimentar su particular atracción). En buena medida gracias a su tradición barroca (con Shakespeare a la cabeza), pero también por su renuencia a instaurar una Academia de la Lengua, el inglés se ha desarrollado con una libertad desconocida en otros idiomas. De ahí que existan numerosas palabras propias cuya traducción se complica hasta casi volverse imposible. A continuación, algunos ejemplos:
1. Serendipity
Encontrar algo que es al mismo tiempo inesperado y afortunado. El descubrimiento de la penicilina es el ejemplo clásico de “serendipitia” (según la castellanización de la palabra). Aunque Alexander Fleming investigaba el comportamiento del virus de la influenza, un cultivo olvidado de estafilococos examinado después de una temporada de vacaciones de dos semanas devino en el hallazgo del primer antibiótico farmacéutico de la historia.
2. Gobbledygook
Si un texto abunda en jerga al grado de que parece incomprensible, entonces se le califica degobbledygook. Esta especie de “parloteo” se caracteriza, además, por lindar con lo absurdo. En español podría tener cierta semejanza con la palabra “jerigonza”, célebre por uno de los sonetos de Quevedo contra Góngora y los poetas culteranos.
3. Bromance
Si por apócope usamos bro (por brother) y lo unimos con romance tenemos bromance. Se trata de una palabra extraña para definir una situación también muy específica: esa atracción-no-necesariamente-homosexual que hay entre dos hombres que son muy muy cercanos, una amistad profunda que, desde la década de los ’90, tiene su propio término.
4. Spam
Gracias a internet, el correo electrónico y los mensajes que aseguran que nos ganamos la lotería del Reino Unido o que un príncipe en África necesita nuestra ayuda económica, sabemos qué es el spam. Pero… ¿podríamos traducirlo sin recurrir a una explicación tan extensa?
5. Pimp
Pimp es un verbo que se refiere al acto de mejorar algo (un coche, una casa, una página de internet, una bicicleta, etc.), casi siempre adornándolo. En español, coloquialmente, se ha adoptado la forma pimpear.
6. Okay
Esta palabra es sumamente común y quizá por eso hemos perdido de vista su singularidad. Pero, ¿qué significa en realidad okay? ¿Una expresión de asentimiento con un poco más de personalidad que un simple “sí”?
7. Insight
Insight es un término que se ha utilizado en distintos ámbitos y quizá por eso ha adquirido matices que resulta difícil conservar cuando se le intenta traducir a otros idiomas. Intuición, sagacidad y perspicacia pueden funcionar como equivalentes, pero no siempre tienen la precisión deseada.
8. Issue
Quizá esta palabra es sencilla, pero en los últimos años su uso coloquial la ha dotado de un sentido particularmente familiar. Un issue es un problema, un asunto, una dificultad a veces pequeña que de pronto parece no pasar por el lenguaje verbalizado.
9. Trade-off
Si cambias algo por otra cosa y la transacción implica un sacrificio por una ganancia, te encuentras en una situación que en inglés se define como trade-off. En ajedrez, por ejemplo, puede ser que un jugador decida perder una pieza valiosa para conseguir una mejor posición en el tablero o para atraer a su rival a una trampa.
10. Facepalm
Entre los muchos términos que internet ha puesto en circulación, facepalm puede ser uno de los más divertidos. Su definición sería algo como: “el gesto (explícito o sugerido) de llevar la palma de la mano a la frente como signo irónico de desaprobación ante algo que se escucha o se mira y que se considera absurdo, ilógico o tonto”.
“Es lo que hacemos y lo que somos lo que da sentido a nuestras palabras”, sostuvo Wittgenstein, algo que es evidente en estos términos y expresiones anclados de lleno en los hábitos de una sociedad, sus acciones cotidianas o los gestos que se intercambian cara a cara y persona a persona, sutilezas de las que podemos darnos cuenta sólo cuando tenemos contacto con ese idioma, con su entorno y las personas que lo utilizan. Para verdaderamente entender y vivir este universo del inglés es necesario aprender no sólo el idioma sino integrar la cultura, algo que ofrece Kaplan International.
Fuente: Pijama Surf.