La relación entre hombres y mujeres es un tema que ha ocupado ha estudiosos de todas las áreas, desde aquellos que lo abordan desde el obvio frente biológico, hasta aquellos que buscan un enfoque intangible en el terreno filosófico.
A esta convivencia plagada de teorías se suma ahora una investigación realizada por la psicóloga social en Harvard Marcia Guttentag, quien analiza, entre otras cosas, los cambios en el panorama social y político ocasionadas por las diferencias de población entre hombres y mujeres en determinadas épocas y geografías.
En el libro “Too Many Women”, que acaba de salir a la venta en Estados Unidos 36 años después de la muerte de Guttentag, la autora explica cuestiones como la manera en la que la relación poblacional entre hombres y mujeres influye en la política, la línea y la moda de llevar barba, publicó Discover Magazine.
En el artículo escrito por el demógrafo Robert Epstein, analiza el libro, finalizado por el viudo de Guttentag en 1983 y estudia las implicaciones que tienen los ratios hombre/mujer en el mundo a lo largo de la historia.
Ratio es un vocablo latino reconocido por la Real Academia Española que se usa como sinónimo de razón, en el sentido del cociente de los números o de cantidades comparables. En pocas palabras, es la razón o cociente de dos magnitudes relacionadas y por medio de este se establece la relación entre sí de dos datos.
De esta manera, Epstein llega a algunas conclusiones basadas en el texto de la psicóloga, quien (entre otras cosas) analizó la diferencia poblacional entre varones y damas en la antigua Grecia.
Mientras que en Atenas, el feminicidio dio como resultado una proporción de entre 1.43 y 1.74 hombres por cada mujer, en Esparta los hombres eran apartados desde muy jóvenes para ser entrenados como soldados ocasionando una alza entre la población femenina.
Los resultados de este fenómeno se aprecian en que para el siglo IV de nuestra era, las mujeres espartanas controlaran el 40% de la tierra, mientras que las atenienses no tenían posesión alguna.
Epstein encontró similitudes entre este ejemplo y situaciones más actuales, como al hecho de que el auge del feminismo durante las décadas de los 60 y los 70 estuviera vinculado a la escasez de hombres durante los años posteriores a la II Guerra Mundial.
De acuerdo con el psicólogo, cuando el número de varones supera al de hembras los valores son más conservadores; mientras que cuando hay más mujeres, éstas se liberan de las tareas domésticas y la sociedad tiende a volverse más progresista.
Así mismo, las mujeres suelen estar más delgadas en las sociedades en las que hay un amplio dominio poblacional femenino y cuando ocurre lo contrario las damas tienden a aumentan de peso al “intentan emular el papel tradicional de madre y esposa”, de acuerdo con el psicólogo evolucionario Nigel Barber.
Por otra parte, Barber también asegura que cuantos mayor es la proporción de hombres, la tendencia de éstos a dejar crecer el vello facial es mayor. ¿La razón? Para atraer pareja.
Los datos del estudio son simples y claros. Mientras que el auge del amor libre y la ruptura de la institución matrimonial en los 60 y 70 se gestó tres décadas atrás –cuando las mujeres abundaban– la victoria de George Bush en EU en los 90 es un reflejo del aumento demográfica masculino.
Finalmente, Epstein pronostica que la próxima década estará a mitad de camino entre el liberalismo de los 60 y el conservadurismo de los 90, a propósito de la evolución del ratio hombre/mujer que, en Estados Unidos, se mantendrá más o menos equilibrada.