El arte 
de evadir impuestos

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La semana pasada, una investigación del Congreso de Estados Unidos trajo al CEO de Apple, Tim Cook, a enfrentar una serie de preguntas sobre los casi 30 mil millones de dólares que la compañía se ha ahorrado en pago de impuestos.

Haciendo movidas controversiales, pero perfectamente legales, Apple, como muchas empresas en Estados Unidos, se ahorran el pago de impuestos corporativos al usar subsidiarias alrededor del mundo en países con códigos fiscales mucho más amigables.

Así como Apple, diversas empresas de la industria de la tecnología han buscado usar todos las formas de estrategias fiscales para pagar menos impuestos de los requeridos.

Por ejemplo, Google ha recibido cuestionamientos regulatorios en el Reino Unido sobre sus políticas fiscales, y tanto Hewlett-Packard y Microsoft también han sido citados por Washington para responder preguntas sobre sus prácticas controversiales.

Particularmente se hizo énfasis en una subsidiaria que Apple instaló en Irlanda, y a través de la cual ha recibido más de 29.9 mil millones de dólares en dividendos de empresas offshore afiliados con la empresa. Esto equivale a más del 30 por ciento de las ganancias totales mundiales.

Aprovechándose de movimientos complejos, pero legales, Apple ha podido evadir el pago de hasta un 35 por ciento de impuestos y retenerlos como ganancias.

Sin castigo y alabada 

Mientras que muchos esperaban que los congresistas estadounidenses fustigaran a la Apple por el uso de esas medidas controversiales, la plática se tornó hacia un ámbito diferente.

En lugar de criticar a Apple por el uso de toda estrategia que le posibilite el impago de impuestos al evadirlos de forma legal, se alabó a la empresa estadounidense por el impacto global que ha tenido.

Un senador de Kentucky la llamó “una de las grandiosas historias de éxito de Estados Unidos”, y se recalcó que nada ilegal se había cometido. En lugar de criticarlo por su juicio moral, se evidenció al sistema fiscal por no lograr una reforma financiera.

Las famosas lagunas legales del sistema tributario de Estados Unidos ya habían sido criticadas en el pasado, pero eliminarlas es complicado pues benefician a empresas que ofrecen trabajos en distritos electorales clave.

Ningún legislador quiere ser el primero en tener que votar a favor del cierre de una planta o despido de personas en su distrito.

Así que los corporativos más grandes del país gastan cuantiosos recursos para asegurarse que eliminar esas lagunas traerían consecuencias dolorosas para los congresistas.

Y en México 
les descuentan 

Al menos en el ámbito internacional, las empresas que hacen hasta lo imposible para no pagar los impuestos que debieran son cuestionadas en público, mientras que en México ni a eso se ha llegado.

Mientras los corporativos en Estados Unidos tienen que ponerse creativos y contratar a ejércitos de abogados para ahorrar dinero, en México el proceso resulta mucho más fácil.

De acuerdo con datos que Televisa tuvo que entregar a la Bolsa Mexicana de Valores, este año el Servicio de Administración Tributaria (SAT) condonó 3 mil millones de pesos en impuestos a la televisora por concepto de contribuciones que no había pagado.

Como en el caso de Estados Unidos, esta condonación fue legal, por tratarse de parte del programa “ponte al corriente”, que contempla descuentos a personas que no han pagado impuestos y que fue aprobado por el Congreso en la Ley de Ingresos de la Federación.

Pero a diferencia de empresas registradas en Washington, aquí Televisa no tuvo que abrir filiales en Irlanda o invertir en proyectos de innovación para deducir sus pagos, sino que sencillamente dejó de pagar sus impuestos y esperar.

Ahora, el boquete fiscal que se abrirá por perdonar a todos los que optaron por no cumplir con sus obligaciones tendrá que ser cubierto por los demás contribuyentes que cumplen en tiempo con sus pagos.

Tan solo de la deuda perdonada de Televisa, el Instituto Mexicano para la Competitividad estimó que cada persona y niño del país tendrá que pagar 25 pesos adicionales de impuestos para cubrir el hueco.

Si consideramos además que ni los niños ni muchas personas en el país están registrados ante el SAT y pagan impuestos, podemos especular que la situación no parece prometedora para los que piensa cumplir este año con sus obligaciones fiscales.

Es decir, en México las empresas tienen más facilidades que sus pares estadounidenses no para hacer negocios, sino para evitar impuestos.

Más aún, gracias a constantes cambios en la legislatura y condonaciones, las empresas menos responsables son también las que mejor sobreviven en el mercado.

Siete pecados de Apple

1.Empresa fantasma

Todas las ventas de Apple a nivel mundial (excluyendo Estados Unidos), se facturan en Apple Global Operations, una empresa registrada en Irlanda, que tiene cero empleados.

2.Irlanda: la tierra verde

Apple aparentemente registró muchas de sus subsidiarias en Irlanda porque pudieron negociar una tasa corporativa del 2 por ciento anual, mucho menor que en otros países. Aun así, gracias a deducciones, una subsidiaria acabó pagando solamente un 0.6 por ciento del 2009 al 2011.

3.Sin país natal

La empresa Apple Operations International, que recibe el 30 por ciento de los ingresos por ventas, no paga impuestos en ningún país del mundo, pues la ley irlandesa te cobra por concepto de dónde manejas la empresa. Como esta se maneja en Estados Unidos, pero está registrada en Irlanda, pueden evitar pagar impuestos en ambos países.

4.Ganancias 
que se esfuman

Además de los ingresos que entran al corporativo vía Irlanda, las ganancias también van a dar a ese país, gracias a un complicado sistema de “compartir costos” con las subsidiaria registrada en en el país europeo.

5.Siempre vigilado

El dinero de Apple no se escapa del control de la empresa gracias a que la mayoría del dinero es manejado por Braeburn Capital, con sede en Nevada, e instituciones financieras estadounidenses.

6.Distribuidores invisibles

La subsidiaria irlandesa de Apple también usa un artificio fiscal legal en el que se instruye al gobierno a no contabilizar sus operaciones en otros países para fines impositivos. En la práctica esto les ha permitido ahorrarse 12 mil millones de dólares en impuestos, pues su sistema de distribuidores es “invisibles” para el fisco.

7.Estimaciones ‘erróneas’

Las prácticas corporativas de Apple no habían sido noticia porque los reporte anuales a inversionistas “estimaban” una tasa impositiva de hasta 32 por ciento previo al ejercicio del año. Sin embargo, ya con las maniobras legales, esta bajaba a 20 por ciento, hecho que pocos notaban o que se atribuía a “errores de estimación” del reporte previo, aunque la diferencia fuese miles de millones de dólares.

 

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