La República de los IPads

Uncategorized

www.mercadolibre.com.mx es posible adquirir un Mini Ipad nuevo de 16 gigas y sistema WiFi en aproximadamente 5 mil pesos. Un obrero que percibe el salario mínimo podría comprar un IPad de este tipo si ahorrara la mitad de su salario durante aproximadamente seis meses. Claro, siempre que como a los diputados federales la señal de internet corra por cortesía del erario público porque si no, se vería obligado a desembolsar entre 300 y 500 pesos por el internet que le permitiera utilizar el aparato. Imposible. Por otra parte, un diputado federal percibe de manera mensual aproximadamente 105 mil pesos de salario y dos partidas adicionales, una de asistencia legislativa por 45 mil pesos y otra más de atención ciudadana por 28 mil.  180 mil pesos suficientes para comprar 36 Mini Ipads si les diera la gana solamente en un mes. Después de comprender de qué hablamos en términos económicos las preguntas serían: ¿Qué es lo que hace que nuestros legisladores federales acepten que una empresa privada les dé en comodato ésos aparatos en medio de un conflicto de intereses por la discusión de la nueva Ley de Telecomunicaciones? ¿Qué es lo que les motiva a defenderse diciendo que los aparatos no son un regalo, sino usufructo de la renta que los mexicanos le pagamos mensualmente a Telmex para que nuestros legisladores tengan acceso a internet en la Cámara? ¿Qué es lo que los hace defender con uñas y dientes el “legítimo derecho” de beneficiarse con el uso privado de una tableta gracias a la utilización discrecional de los recursos públicos y merced del tráfico del mandato popular que les dimos? ¿A qué empresa privada, o ciudadano de a pie Telmex le da en comodato las computadoras, las laptosps, o las tabletas a cambio de contratar la señal de internet? ¿Cuál será la consecuencia de haber aceptado quedarse con los Mini Ipads en medio de una condena generalizada de la sociedad? Aventuro las respuestas: Nuestros legisladores federales aceptan los Mini Ipads por la misma razón que aceptan recibir autos, sueldos ofensivos, o cualquier otra canonjía: creen que la representación popular entraña beneficios económicos y materiales que sólo un imbécil rechazaría y que de lo que se trata es de obtener el mayor lucro privado del ejercicio lo más discreto posible de una función pública. Defienden utilizar gratuitamente en comodato ese aparato porque saben que nadie les va a reclamar lo contrario y mucho menos obligarlos a tener un poco de decoro y que después de la zacapela cibernética y la denostación pública de la que serán objeto se llevarán su Mini Ipad en la maleta mientras nos ven con cara de “nos salimos con la nuestra otra vez”. Lo hacen porque pueden hacerlo, porque no les importa que Telmex piense que a los legisladores son unos avarientos a los que les importa más ahorrarse 5 mil pesos de una tableta que quedar tocados por la vergüenza de ser tentados por tan poco. Porque en una democracia normal, los mexicanos tendríamos derecho a que nos prestaran de vez en cuando el Ipad o a inspeccionarlo exhaustivamente para ver si usan la señal y la tableta en su trabajo parlamentario. A nadie que no le reporte o un beneficio económico o político adicional al de sus leoninas ganancias, Telmex le regla siquiera diez centímetros de cable de cobre. Lo hacen con los legisladores porque al venderles otras cosas o cabildear leyes a la medida, su margen de ganancia es tal que los Ipads son sólo una migaja corporativa que como puede verse, genera a la larga ganancias infinitamente superiores. ¿Qué pasará con este asunto? Muy poco. La indignación mutará en inconformidad, luego leve malestar y finalmente olvido. En la República de los Ipads ellos habrán ganado una tableta de 5 mil pesos pero habrán perdido la oportunidad de demostrar que la representación del pueblo mexicano puede tener un poco de dignidad de vez en cuando.]]>

Compartir ésta nota:
Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp