Una prolongada acumulación de gas, combinada con los trabajos de mantenimiento que se estaban realizando en el lugar, se perfilan como las principales causas que provocaron la explosión en la Torre B2 del complejo administrativo de Petróleos Mexicanos (Pemex), el pasado 31 de enero del presente año.
Fuentes de la Procuraduría General de la República (PGR) explicaron que el dictamen se encuentra prácticamente concluido y sólo es cuestión de días para que sean presentadas las conclusiones a la opinión pública.
En la fase final de las investigaciones periciales trabajaron peritos de la PGR, de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), de Pemex, de la Universidad Nacional Autónoma de México y especialistas de un instituto con sede en Chicago, Illinois, Estados Unidos.
La fuente de la fuga de gas es una vieja tubería que surtía a máquinas de servicio del complejo de Pemex; la porosidad que se encontró en la zona del sótano del inmueble y posibles filtraciones del sistema de drenaje del lugar.
Para evitar posteriores acumulaciones de gas en el sótano de la Torre B2, Pemex instaló un sistema de equipos de ventilación.
Por otra parte, como detonante está identificada la intervención de empleados de una empresa privada que hacían labores de mantenimiento, por lo que se trabajó para identificar si una falla en algún conector eléctrico o una chispa por otra causa haya provocado la explosión.
Trabajos de mantenimiento
El día de la explosión en el sótano de la Torre B2 de Pemex, se estaban realizando trabajos de mantenimiento en el lugar por parte de empleados de la empresa Conservación de Pilotes de Control, Sociedad Anónima (Copicosa).
Entre las primeras causas se dijo que un corto circuito originado en una extensión eléctrica o una chispa al encender un cigarro pudieron detonar la combustión del gas.
En el lugar fallecieron tres trabajadores de Copicosa, Enrique Bartolomé Hernández, Gregorio Vite Valderrama y Luis Ojeda Olguín.
El saldo final de la explosión, de acuerdo con los reportes oficiales, fue de 37 personas muertas y 101 heridas.
El jueves pasado, luego de inaugurar la 29 Conferencia Nacional de Procuración de Justicia en la Ciudad de México, el procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, indicó que posiblemente esta semana que inicia se presentarán las conclusiones del peritaje.
Voceros de la dependencia explicaron que, hasta la tarde ayer, no se tenía una fecha programada, pero señalaron que la presentación se podría coordinar con la Secretaría de Gobernación.
El día de la tragedia
El hecho ocurrió a las 15:45 horas del 31 de enero de 2013 en el momento en el que cientos de empleados realizaban el registro de salida y entrada de sus labores.
El día de la tragedia, Miguel Osorio Chong, secretario de Gobernación y encargado por el Presidente de la República para coordinar las labores de rescate e investigación, dijo que “los resultados de los peritajes los daremos a conocer con transparencia”.
Hasta el lugar se trasladaron efectivos de Protección Civil, Secretaría de la Defensa Nacional, Marina, PGR y de la Policía Federal con sus respectivos titulares al frente.
La Sedena desplegó cerca de 200 elementos e instrumentó el Plan DN-IIIE.
El estallido causó daños en el sótano, planta baja y el primer piso del anexo, además de afectar algunas partes de la Torre de 53 pisos, aledaña al complejo administrativo.
Al menos tres mil 500 personas fueron desalojadas del complejo, ubicado en la colonia Verónica Anzures.
Dos días después de la tragedia, Excelsiór publicó que PGR informó que no encontró rastros de fuego en el edificio B2 anexo a la Torre de Pemex, así como tampoco en los heridos ni en los cuerpos de los fallecidos tras la explosión.
Peritajes
En conferencia de prensa, realizada el 2 de febrero en el patio central de la sede de la paraestatal, Murillo Karam, titular de la PGR, informó que comenzaron de lleno los peritajes —después de trabajar en el rescate de heridos y cuerpos— para conocer las causas de la tragedia.
“El gobierno de la República está determinado a encontrar la verdad de los hechos, sea cual sea, si se trata de un accidente, si se trata de una imprudencia, si se trata de un atentado”, dijo el procurador.
Expuso que dos mil 500 rescatistas, peritos y personal multidisciplinario de las Fuerzas Armadas, Protección Civil, Policía Federal, PGR, UNAM y de dos empresas estadunidenses operaron en la zona del desastre para conocer las causas de la tragedia.
Murillo Karam insistió en que “queremos hacer de ésta una investigación totalmente transparente” e invitó al Congreso de la Unión a enviar observadores para que atestigüen paso por paso los trabajos de la autoridad.
En su oportunidad, tanto el presidente Enrique Peña Nieto como el jefe de Gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera, declararon tres días de duelo.
“Ésta es una tragedia que nos ha llenado de tristeza como país y por ello México está de luto (…) En alcance a las atribuciones que me concede la ley en la materia, he decidido decretar tres días de duelo nacional”, dijo el mandatario federal en la ceremonia de la toma de protesta del nuevo presidente de la Coparmex.
En tanto, el director general de Pemex, Emilio Lozoya, garantizó las operaciones de producción, pese a la tragedia.
Descarta explosivos
El 4 de febrero, Murillo Karam descartó que el estallido ocurrido en el edificio B2 del Complejo Administrativo de Pemex fuera provocado por un artefacto explosivo.
Afirmó que “hubo una explosión difusa, lenta y definida, causada por la acumulación de un gas metano”.
En conferencia de prensa sobre los primeros peritajes en dicho lugar, el funcionario indicó que no se encontraron huellas de fuego ni residuos de explosivo alguno, lo que se confirmó con las pruebas de laboratorio hasta ahora realizadas.
Los peritos determinaron que la explosión fue difusa, es decir, lenta, horizontal y perfectamente definida, lo que es una característica de las explosiones de gas.
El estallido propició que la estructura de las losas de los pisos fuera impulsada hacia arriba y que después cayeran, lo que provocó lesiones por aplastamiento a la mayoría de las víctimas.
Explicó que cuando detona un artefacto, se puede encontrar un cráter en la base o punto de explosión, lo que en este caso no se produjo, así como tampoco se fracturaron las vigas de acero.
Luego de la tragedia, los peritajes se agilizaron, con lo cual se espera que en los próximos días se den a conocer los resultados finales en una de las primeras grandes tragedias sucedidas durante la actual administración federal.
http://www.excelsior.com.mx/nacional/2013/06/03/902163