Si la explotación y extracción de hidrocarburos mantiene el ritmo actual, antes del 2050 se habrán agotado esos recursos en el planeta, advirtió el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Al dar a conocer las Estadísticas a propósito del Día Mundial del Medio Ambiente, el organismo presidido por Eduardo Sojo señaló que “referente a petróleo y gas natural, se observó que en el ámbito mundial el total de las reservas probadas, probables y posibles registraron en promedio una disminución de 0.4% anual para el periodo 2007-2011”.
Lo anterior permite observar que de persistir el ritmo de explotación del recurso (mil 435 millones de barriles de petróleo crudo equivalente en promedio), su vida útil será de alrededor de 30 años. Es decir, para el 2043 el también llamado “oro negro” se habrá extinguido.
Lo anterior prende los focos rojos en México, que es el séptimo productor de este hidrocarburo (aportando cerca de 4% de la oferta total del planeta), ya que la tercera parte de sus finanzas públicas dependen de este recurso no renovable.
Pero además las señales de alarma en el país se vuelven aturdidoras frente al hecho de que México cuenta únicamente con 0.7% de las reservas petroleras mundiales probadas, posicionándolo en el lugar 17 a escala mundial.
El país que más produce petróleo es Rusia, con 14% (sin considerar las reservas probadas); le sigue Arabia Saudita con 13%, y China con 6%.
Por su parte, la producción de gas natural en México representó 2.1% de la oferta total del mundo, ubicando a nuestro país en el lugar 13, por debajo de Canadá, Holanda o Indonesia; en tanto que las reservas probadas de este recurso sólo aportan menos de 0.2%.
México no es un ejemplo en materia de medio ambiente, ya que además de agotar sus hidrocarburos, otros recursos naturales también se van extinguiendo:
Es el caso de los bosques, superficie que ha disminuido en un promedio de 0.52% anual de 2007 al 2011. En ese mismo periodo las reservas totales de hidrocarburos pasaron de 44 mil 482 millones de barriles a 43 mil 836 millones; la existencia de agua subterránea pasó de 5 mil 917 millones de metros cúbicos en 2007 a 5 mil 636 millones en 2011.
En contraste, la contaminación de agua o las descargas de agua residual no tratadas tuvo una tasa media de crecimiento anual de 8.26%; la contaminación del suelo por residuos sólidos incrementó en promedio 2.28% anual, mientras que la contaminación del aire se ha reducido únicamente 0.23% por año.
Lo que el país no logra bajar son los niveles de emisiones de gases de efecto invernadero.
Es el caso del bióxido de carbono, del que México produjo 475 millones de toneladas en 2008, cifra mayor a la de 2005, cuando produjo 432 millones.
El bióxido de carbono (CO2) es responsable de casi la mitad del incremento del efecto invernadero. Las emisiones netas de este contaminante provienen de la quema de combustibles fósiles, del cambio en el uso de la tierra y de los procesos industriales, entre otras fuentes.
El país también ha incrementado su producción de metano (NH4), que es emitido mediante la liberación de gas natural y como uno de los productos de la respiración anaeróbica.
Este gas pasó de 184.8 millones de toneladas en 2005 a 217.6 millones en 2010.
Según el Inegi, “las fuentes de respiración anaeróbica incluyen a la tierra de bosques húmedos, tundras, lagos y pantanos. Las fuentes de emisión asociadas con la actividad humana incluyen a la ganadería (fermentación entérica en rumiantes); la respiración anaeróbica en tierra vinculada con el cultivo de arroz, y la quema de combustibles sólidos y biomasa (madera y desmonte de bosques)”.
El metano actúa aumentando el ozono en la troposfera y en la estratosfera inferior; se considera que su efecto invernadero acumulado actualmente constituye una tercera parte del producido por el bióxido de carbono.
Mientras que otro gas de efecto invernadero que ha incrementado en la atmósfera es el óxido nitroso (N2O), el cual ascendió a 28 millones de toneladas en 2010, contra las 26.8 millones producidas en 2005.
Prácticamente todas las economías emergentes han incrementado la producción de gases de efecto invernadero, como China (país que actualmente crece a niveles superiores a 7%), que es el que más contribuye a la destrucción de capa de ozono, además de Brasil, Chile, India, así como Sudáfrica.
De los países desarrollados, el que más gases de este tipo emite es Estados Unidos (que es el segundo emisor a nivel mundial, después de China) y Rusia.
En contraste, naciones como Japón, Reino Unido, Italia, Francia y, en mayor medida Alemania, han reducido la emisión de gases como el CO2, N2O y el metano.
La Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), en su Resolución 2994 (XXVII) del 15 de diciembre de 1972, designó el 5 de junio como Día Mundial del Medio Ambiente, con el fin de impulsar la conciencia universal sobre la protección y mejora del medio ambiente.
http://www.proceso.com.mx/?p=343972