Terri Fisher, profesor de Psicología de la Universidad Estatal de Ohio y autor principal del trabajo dijo que la investigación arrojó resultados “significativos”.
Una investigación de la Universidad Estatal de Ohio reveló que aunque los varones piensan en el sexo más a menudo que las mujeres, también lo hacen más que ellas en relación con otras necesidades físicas, como comer o dormir.
La investigación, que acaba de ser publicada parcialmente en internet y que se publicará completa en enero en la revista “Journal of Sex Research”, dejaría sin piso la idea de que los varones piensan en algo relacionado con el sexo una vez cada siete segundos.
De hecho, el estudio señala que si la hipótesis de los 7 segundos es real, equivaldría a hacerlo unas 8.000 veces al día durante las 16 horas en las que no están dormidos.
El estudio, sin embargo, demuestra que los hombres, como media, piensan en cuestiones relacionadas con el sexo “sólo” unas 19 veces al día, mientras que las mujeres lo hacen unas 10 veces.
Así mismo, la investigación reveló que los hombres también piensan más veces que las mujeres en comida (18 veces al día contra 15) y en dormir (11 veces contra 8).
Lo que significa que los varones dedican casi tantos pensamientos diarios a comer como a las necesidades sexuales.
El estudio fue realizado entre estudiantes de edades comprendidas entre los 18 y los 25 años. 163 eran de ellos eran mujeres, y 120, hombres. De la cifra total, 59 debían contar cuántos pensamientos dedicaban a la comida, 61 se centraron en el sueño, y 163 en los pensamientos sobre sexo, el objeto principal del estudio.
A todos se les proporcionó un pequeño contador para que lo pulsaran cada vez que tenían un pensamiento relacionado con el tema que se les había asignado (sexo, comida o sueño).
Ninguno de los participantes sabía que el objetivo final de la investigación estaba relacionado con sus pensamientos sexuales.Terri Fisher, profesor de Psicología de la Universidad Estatal de Ohio y autor principal del trabajo, dijo que se encontró que “entre hombres y mujeres no solo existe una diferencia en cuanto a la cantidad de pensamientos sexuales, sino también en lo relativo a otras necesidades físicas, como la comida o el sueño. Y esto es algo muy significativo”.
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