Un recién nacido iba a ser vendido en poco más de 6 mil dólares en efectivo por un hombre y una mujer guatemaltecos que fueron arrestados, a finales de mayo anterior, cuando ofrecían la “mercancía” en el estacionamiento de un centro comercial en Guatemala y en un hecho que reabrió una situación tenebrosa sobre un fenómeno mafioso que resurge con fuerza: el robo y la venta de infantes, en especial de bebés.
“No es un caso aislado: esto es dramático”, alertó el guatemalteco Leonel Dubón, director ejecutivo de El Refugio de la Niñez, asociación no estatal de Guatemala que rescata a víctimas del tráfico de seres humanos.
“Los recién nacidos están siendo robados a las mamás en los hospitales, en lugares de mucha vulnerabilidad. Ya no son casos aislados. Estamos otra vez frente a una comercialización de niños y niñas como en la peor época de la década de 1990”, cuando se carecía de una ley de adopciones, agregó Dubón, en una entrevista con EL UNIVERSAL.
De 1980 a 2007, Guatemala se transformó en punto clave del mercado mundial de adopciones y en el segundo proveedor de menores para adopción, superada solo por China, con un cuestionado y sencillo trámite notarial entre las partes y con robo o compra de infantes a sus familiares para ser vendidos a traficantes locales o internacionales y enviados en especial a Estados Unidos.
Datos oficiales revelaron que más de 35 mil menores fueron adoptados por vías irregulares en ese país de 1980 a 2007. El promedio anual de robos de menores fluctuó de 351 a 413 casos de 2005 a 2008 en esa nación, que fue un santuario de adopciones “exprés” y que con una ley promulgada hace cinco años logró desarticular lo que llegó a ser considerada como una floreciente estructura criminal, que utilizó a niños y niñas como parte de un negocio. Encubierto en las adopciones ilícitas, el negocio de robo y venta de miles de menores guatemaltecos a precios individuales que oscilaron de 15 mil a 50 mil dólares.
El resurgimiento del fenómeno, con al menos 12 sustracciones de menores sólo en 2013, es ahora atribuido por Dubón a la burocratización del proceso para adoptar, que es difícil “por todos los contratiempos del sistema”, pero también a la impunidad, ya que “aquí se roban a los niños y no pasa nada”. Por la lentitud y la burocracia, “la gente está buscando otras formas de obtener niños”, explicó.
Las cifras del negocio —en el que operan redes criminales— son inquietantes. La estatal Procuraduría de Derechos Humanos de Guatemala (PDH) aseguró que más de 915 infantes fueron robados de enero de 2006 a mayo de 2007. La cifra total de menores de edad desaparecidos reportada en 2012 en Guatemala —principalmente niñas y adolescentes— llegó a más de 5 mil y, a marzo de este año, 1,700 seguían sin aparecer, según El Refugio de la Niñez.
Casos y alarma
El Sistema de Alerta Alba-Keneth, mecanismo estatal permanente guatemalteco creado en 2010 para registrar e indagar denuncias de niños, niñas y adolescentes desaparecidos y que trabaja con aparatos de seguridad y justicia, aseguró que 2 mil 347 menores sigue sin aparecer en Guatemala desde 2010. El sistema opera desde 2010.
De acuerdo con estadísticas del Sistema, en 2012 hubo 4 mil 487 alertas de desaparecidos, de las que 2 mil 418 —54%— fueron desactivadas, lo que significa que 2 mil 429 estaban activas a enero de 2013. Los departamentos con mayor número de desapariciones son Guatemala (centro, Jutiapa (limítrofe con El Salvador), Escuintla (al sur, sobre el Pacífico), Quetzaltenango (al suroccidente, cerca de México) y El Petén (al norte, fronterizo con México).
El vocero del Ministerio de Gobernación de Guatemala, Willy Melgar, dijo a EL UNIVERSAL que “por supuesto” que en estos hechos hay involucradas redes del crimen organizado que “pervierten a quienes puedan ser los que han atendido a una persona en un hospital”, para apoderarse de un recién nacido.
“Esto ya se ha determinado en varios casos, de que hay algunas personas que se dedican a negociar con la trata de personas. Esto lo hacen desde los hospitales y como ha habido lastimosamente opción de ponerlos a disposición de adopciones en el extranjero, en Europa, Canadá y Estados Unidos, las ofertas son tan buenas para estos individuos que pervierten a cualquier persona”, agregó.
Dubón relató que en un caso descubierto a mediados de mayo anterior, varias personas fueron detenidas cuando ofrecían en venta a dos niños en Coatepeque, cerca de la frontera con México. Los “negociantes” asesinaron a la madre de los niños, de 4 y 7 años, y “la metieron en un tonel con cemento”, describió.
“Fueron capturados en el momento en que estaban haciendo el negocio de los niños. Los estaban vendiendo a dos guatemaltecos”, narró.
En marzo de este año, la policía de Guatemala rescató a dos bebés sustraídos en 2012 de un hospital público de la noroccidental ciudad de Huehuetenango, región fronteriza con México, por dos enfermeras que laboraban en ese centro de salud y que están presas. Las bebés, ya con 11 y 8 meses de edad y ambas llamadas Génesis por las enfermeras, fueron sustraídas a pocas horas de nacidas, en abril y julio de 2012.
Un estadounidense y una guatemalteca fueron detenidos en abril pasado en la embajada de Estados Unidos en Guatemala, porque pretendían, con documentos falsos, obtener una visa para que un bebé de dos meses de edad viajara a suelo estadounidense.
A una adolescente que dio a luz en un hospital del suroccidental departamento de Quetzaltenango le dijeron que su hijo había muerto, pero el supuesto cadáver nunca apareció y ahora persiste el dilema sobre lo ocurrido con el bebé. En un hospital del centro, oriental departamento de Jalapa, una mujer ingresó este año de madrugada, se apoderó de un bebé que permanecía en una cuna y desapareció, sin que se tenga rastro de su paradero.
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