El robo de luz a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se disparó a nivel nacional luego de que tomara el control de la zona centro del País tras la extinción de Luz y Fuerza (LFC).
De hecho, entre 2009 y 2012, el robo de electricidad se elevó 188 por ciento.
Frente a esto, los programas de reducción de pérdidas de la paraestatal han resultado ineficaces para abatir el ilícito, que el año pasado representó pérdidas por mil 949 millones de pesos, cuando tres años atrás fueron por 677 millones, según datos de la CFE obtenidos a través del Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI).
Adrián Navarrete, analista de la empresa Consultores de Energía, aseguró que el problema es ue estos programas no se hacen a conciencia, pues su avance es lento, además de que no existen castigos fuertes.
En 2012, el consumo de energía no pagada a nivel nacional fue de mil 124 millones de kilowatts-hota, cifra que equivale a lo comercializado durante febrero en el Distrito Federal, la entidad con mayor demanda en México.
Desde 2009, año en que la paraestatal sustituyó a Luz y Fuerza, ha verificado, a través de programas de regularización, al rededor de un millón de servicios de los cuales la mitad resultó en conexiones sin contrato, es decir, ilegales.
“Se incorporan al padrón de usuarios de CFE, es decir se instalaron medidores correspondientes y, a partir de la fecha de instalaciónm, su consumo está acompañado ya de una facturación”, destaca la CFE.
Tras estas detecciones, la Comisión denunció penalmente 3 mil 193 casos, los cuales derivaron en 47 detenciones.
Sin embargo, a fines de 2009 se topó con que, en algunas zonas, el robo alcanzaba hasta 64.7 por ciento del suministro.
Lo anterior, en Texcoco, Chimalhuacán, Los Reyes, Chalco y Amecameca. Y, aunque a marzo de este año las pérdidas disminuyeron considerablemente, todavía representan 30.7 por ciento de la energía entregada.
En el documento entregado por el IFAI, la Comisión refiere que 98.7 por ciento de las conexiones irregulares ocurre en baja tensión, es decir, en casas y comercios, pues es más fácil conectarse a la red.
Las conexiones irregulares son emblemáticas pos sus accidentes y magnitud.
Ejemplo de esto son los mercados de Tacuba y la Merced. En el primer caso se detectó el llamado “megadiablo”, un transformador al que estaban conectados 350 comercios.
A pesar de haberse desconectado el 24 de mayo de 2012, los comerciantes instalaron otras tomas irregulares.
En la Merced, el 27 de febrero se registró un incendio provocado por la sobrecarga de un transformador, el cual quemó el 70% de la nave mayor.
