Tal como se esperaba, el primer acto del debate sobre la iniciativa de reforma migratoria en el Senado de Estados Unidos tuvo como protagonista la seguridad fronteriza con México.
El senador republicano Chuck Grassley defendió la enmienda que propuso y que exige garantizar en 100% la seguridad fronteriza, como condición para iniciar el proceso de legalización de millones de indocumentados. “Millones de ciudadanos están a favor de la reforma, pero también de vincularla a la seguridad fronteriza”, dijo.
Sin embargo, el demócrata por Vermont, Patrick Leahy, dijo que se opondría a los esfuerzos que incluye la enmienda de Grassley, la cual sólo busca “descaradamente retrasar o impedir el camino a la legalización”, dijo.
“Nuestra meta debe ser dar seguridad en la frontera, no cerrarla”. También dijo que la propuesta de Grassley es lo mismo que “decir que no habrá reforma migratoria si se produce un solo cruce ilegal por la frontera”, y que la iniciativa que impulsa el grupo de 8 senadores demócratas y republicanos ya contiene “la más dura iniciativa en materia de seguridad fronteriza en la historia de EU”.
El demócrata por Vermont recordó que actualmente la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) gastan un total de 17 mil 900 millones de dólares en seguridad fronteriza. Esta cifra, subrayó, es superior a los 14 mil 400 millones de dólares que representan el gasto total de todas las agencias federales encargadas de hacer cumplir la ley en Estados Unidos como el FBI, la DEA, la Oficina de Alguaciles y la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF).
“No maten la iniciativa”
La mayoría demócrata contó con el respaldo del republicano John McCain, quien defendió el capítulo de laseguridad fronteriza tal como fue aprobada por el Comité Judicial el 21 de mayo. “Vamos a invertir 6 mil 500 millones de dólares en más tecnología, en más infraestructura y personal para hacer la frontera más segura”, dijo McCain.
Los promotores del proyecto de reforma migratoria en el Senado han propuesto una inversión millonaria para ampliar nuevos tramos de muro, contratar a más agentes, aumentar el vuelo de helicópteros y vehículos no tripulados o drones y reforzar con sensores de última generación.
La Casa Blanca expresó su satisfacción por el inicio del debate. El portavoz Jay Carney dijo que se trata de una “señal alentadora”, aunque reconoció que el proceso “apenas comienza”.
En tanto, la organización Latino Decisions reveló los resultados de una encuesta sobre el impacto del discurso antiinmigrante de los senadores. Un 81% de los electores hispanos rechazan el enfoque propuesto por republicanos como Grassley.
Ayer mismo, representantes de 400 organizaciones, incluyendo la coalición de Dreamers United We Dream, la central sindical AFL-CIO y el Fondo para la Educación y Defensa Legal de los Mexicano-Estadounidenses, se dieron cita en el Congreso para exigir una tregua en las deportaciones de inmigrantes. (Con información de agencias)
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