Finalmente el día ha llegado y todo parecía estar listo para que diera inicio la Copa Confederaciones.
Un sábado lluvioso nos recibía en Rio de Janeiro con el último entrenamiento de la selección nacional en el Estadio de Maracaná, en donde pudimos ver a un José Manuel de la Torre mucho más relajado de lo esperado, compareciendo en rueda de prensa ante cualquier tipo de pregunta, desde la clásica de “¿Cómo plantear tácticamente a su equipo para enfrentar a potencias como Italia o Brasil?, hasta el famosísimo “¿Qué se siente jugar en Maracaná?”.
Tras quince minutos de preguntas y respuestas que solamente servirán para llenar páginas en los periódicos (siendo sinceros, no dijo naaaaaada importante,) llegó la hora cuchicuchesca y entonces sí, nos encontramos con 15 generosos minutos de entrenamiento por parte de la selección, en donde ahí sí, José Manuel de la Torre se guardó absolutamente todo para él y sus jugadores, al ponerlos únicamente a bolear, cascarear y jugar con la pelota, pero sin dar una sola pista de cúal podría ser el cuadro titular para el día de mañana.
Tras el entrenamiento de México, corrimos a la Sala de Prensa del Estadio de Maracaná, para pescar el inicio de la Copa Confederaciones con el Brasil vs Japón, un partido del que mucho se ha hablado, y no precisamente por la presencia de Neymar o Kagawa, sino por el significado que el Comité Organizador le dio al hacerlo en Brasilia, la capital de Brasil y una ciudad en donde según los brasileiros “se han tomado las más altas decisiones que han afectado la historia del país”. Tal vez sea por ello, que en los últimos días, diversos sectores de la sociedad civil brasileña, decidieron tomar las calles de Brasilia, e incluso bloquear los accesos al Estadio Mané Garrincha, para protestar su descontento en contra de la organización de la Copa Confederaciones y del próximo mundial de Brasil 2014. Tanto FIFA como el comité organizador, pasaron las últimas horas minorizando esta clase de protestas, y claramente no tenían ni la menor idea de que esto podría ocurrir, tan pronto el presidente de la FIFA Joseph Blatter, tomara la palabra acompañado de la Presidenta de de Brasil, Dilma Rousseff en la inauguración del evento:
Y esta fue su reacción:
¿Que pie de foto le pondrían a esta?
Pero ¿por qué los abucheos y el descontento de los brasileños, por la organización de la Copa Confederaciones y el Mundial de Fútbol?
Bueno, honestamente no podemos culparlos, y es que los brasileños están en contra de la multimillonaria inversión que se ha hecho con dinero público, así como por las expropiaciones que se han hecho en varias de las ciudades sedes.
Y es que, de acuerdo a Raquel Rolnik, relatora de la ONU sobre derechos humanos, “experiencias pasadas demuestran que los grandes eventos deportivos resultan muchas veces en desalojos forzados”, lo cuál no ha sido muy diferente que digamos en Brasil.
Para acabarla de amolar, en las últimas semanas los brasileños han experimentado un aumento de precios en diversos rubros, entre ellos el transporte público, lo que ha sacado a las calles a estudiantes, que reclaman el hecho de que se inviertan millones y millones de dólares en un torneo de fútbol, y no para mejorar los sistemas de transporte, salud y educación de su país.
Si a esto agregamos, que todas las ganancias por patrocinios, derechos de televisión y demás, son para la FIFA y no para las arcas de los brasileños, podemos entender entonces de mejor forma los enfrentamientos y abucheos.
Tras los incidentes y finalmente comenzó el fútbol, y tan sólo a tres minutos de haber comenzado la Copa Confederaciones, Neymar se encargó de devolver la alegría a los brasileños, con un golazo que adelantaba a la verdeamarleha 1-0 sobre Japón
http://www.sopitas.com/site/229275-desde-brasil-asi-fue-el-abucheo-a-blatter-y-el-primer-dia-de-la-copa-confederaciones/