Aproximadamente 40 por ciento del territorio nacional sufre algún grado de sequía, siendo los estados del norte los más afectados.
Por ello legisladores e investigadores pidieron al gobierno federal atender de manera urgente a la población de las zonas más afectadas y replantear las políticas públicas para logar un uso eficiente del agua.
El 17 de junio es el Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía, y en ese marco la Comisión de Agricultura y Ganadería del Senado de la República informó que los estados más afectados son Chihuahua, Durango, Coahuila, Zacatecas, Tamaulipas, San Luis Potosí, la zona serrana de Querétaro, Aguascalientes, Sinaloa y Sonora.
Emilio Romero Polanco del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, aseguró que los daños se concentran principalmente en la ganadería, tierras de agostadero y en cultivos como trigo, maíz, sorgo y otros forrajes, y advirtió que si la sequía se prolonga puede desequilibrar los sistemas ecológicos e hidráulicos de una región.
Aseveró que 40 por ciento de la República Mexicana padece sequía en distintos grados de intensidad, y que si bien es mayor en los estados del norte, se ha intensificado en la zona central del país y afecta labores importantes en la conformación de la canasta básica alimentaria.
Detalló que en lo que va del año la captación de agua es menor a la registrada en 2012, y ahora las presas presentan niveles bajos, sobre todo en la zona centro-norte, donde se estima que están entre 20 y 30 por ciento de su capacidad.
“Empieza la temporada de lluvias pero el panorama no es alentador, pues no se sabe si aminorará la sequía que se ha registrado en los últimos años”, alertó el investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Sin embargo, Romero Polanco dejó claro que no se trata de un fenómeno exclusivo de México, ya que “estamos en un contexto en donde el llamado cambio climático y el calentamiento global han tenido como una de sus manifestaciones este proceso en distintas regiones del planeta”.
Las sequías afectan la producción agrícola, por lo que México se ha visto en la necesidad de importar alimentos, pero como también se presentan en otros países, hay menos disponibilidad en el mercado mundial, y si los hay, el precio es mayor, comentó el especialista en economía agrícola.
Por ello propuso revisar las políticas hidráulicas, buscar estrategias para optimizar el uso del agua, revitalizar la economía campesina y robustecer las bases del autoconsumo, desarrollar nuevas estrategias en materia de ciencia y tecnología para saber cómo producir en cada región.
De igual manera se tiene que apoyar directamente la labor de los campesinos, redoblar esfuerzos en materia de créditos y de seguros a productores de escasos recursos, pues en México sólo seis por ciento de ellos tiene acceso y el resto por no ser económicamente viable, está en desventaja, puntualizó.
Por separado el presidente de la Comisión de Agricultura y Ganadería del Senado, Manuel Cota Jiménez, aseguró que han pedido a las dependencias del Programa Especial Concurrente (PEC) diseñar y ejecutar un programa de obra pública a mediano y largo plazos.
El objetivo es captar agua y recuperar la capacidad productiva de las entidades más afectadas, abundó el legislador por el estado de Nayarit.
De igual manera en abril el pleno senatorial pidió a diversas dependencias realizar tareas para atender a la población afectada en temas del agua, alimento y salud.
Asimismo exhortó a activar programas de empleo temporal en las entidades con mayores daños, subrayó el senador por el Partido Revolucionario Institucional.
http://www.milenio.com/cdb/doc/noticias2011/b0c0edb25988370715e9fe3407b57d44