Michael B. Johnson: el fundador de Pixar que no iba al cine de niño

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Es uno de los fundadores de Pixar, artífices del vaquero Woody y de Buzz Lightyear, pero Michael B. Johnson no iba al cine cuando era niño, tampoco era fanático de las películas clásicas de Disney (en enero de 2006, la casa de Mickey Mouse compró al estudio de animación). En su conferencia magistral del festival de Tecnología TagDF el miércoles 3 de junio explicó acerca de su trabajo en este estudio.   De niño le gustaba ver en la tele películas tipo stop-motion (técnica de animación que consiste en aparentar el movimiento de objetos estáticos por medio de una serie de imágenes fijas sucesivas) como especiales de navidad de Rodolfo el Reno y las caricaturas de los Looney Tunes de Chuck Jones.  

Johnson, quien prefiere que le digan “Wave”, es una de las mentes detrás de Toy Story, -que se convirtió en la tercera película para niños más taquillera de la historia, según la revista Bloomberg, después de El rey león y Aladino-.

Pixar cuenta otras historias, sin princesas ni finales perfectos, en 2006 fue adquirida por Disney, creadora de todas las películas clásicas, por 7 mil 400 millones de dólares.

En la década de los 60 no era un hábito en su familia, y eso lo ha cambiado. “Ahora mi hija puede ver estas películas en Netflix en una pantalla de 50 pulgadas y no tiene mayor importancia para ella”, dice Johnson.

Para él las nuevas formas de consumir medios  hacen que todos den lo mejor de sí, para brindar una experiencia teatral increíble al ir al cine, con mejor calidad de audio y definición en la pantalla.

“El que ahora puedas disfrutar de una experiencia similar en casa no lo veo como algo necesariamente negativo”.

Trabajar en Pixar

Johnson se define como un ave raris, ‘modificada genéticamente’ para trabajar con Pixar. Tiene una licenciatura en ciencias computacionales, una maestría en estudios visuales y un doctorado en animación gráfica en computadora. Los dos últimos en Instituto Tecnológico de Massachusetts.

“Ed Catmull (presidente de Disney y Pixar) estaba en el comité de mi doctorado así que no iba a trabajar en ningún otro lado”, dice entre risas.

Casi cumple 20 años de trabajar en Pixar y la razón por la que entró ahí, es la misma que hace disfrutar de su trabajo todos los días: sus colegas y los proyectos con los que llega a colaborar.  Toy Story 2, dice “tiene un lugar especial en mi corazón, porque programé muchas  de las herramientas de iluminación y mi hija nació en el proceso de hacer la película, así que ella es una de los bebés de producción”. Con información de: http://www.animalpolitico.com/2013/07/michael-b-johnson-un-fundador-de-pixar-que-no-iba-al-cine-de-nino/#axzz2Y7Vs5I00]]>

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