México. Ocho meses después de que se suicidó una joven, después de ser secuestrada y violada, se logró la captura de su presunto agresor quien podría alcanzar de 50 a 100 años en prisión.
Todo comenzó cuando él se creyó impune cuando la joven se suicidó. Regresó a su casa y continuó con su vida normal, de manera tranquila; sin embargo, estaba equivocado la Procuraduría capitalina contaba con indicios genéticos y forenses que recuperó del cuerpo de su víctima y con ellos continuó la indagatoria. Este caso es el primero en el que las autoridades de la Ciudad de México continúan una investigación por violación y secuestro contra un sujeto, a pesar de que su víctima ya murió.
Laura, tenía 21 años, era madre soltera de un pequeño de cuatro años, y vivía con su mamá en el pueblo de San Pablo Chimalpa, en Cuajimalpa. Una noche salió de su casa, pero fue secuestrada por su expareja, un exreo llamado Fernando “V” quien la mantuvo encerrada dos días. Ahí la golpeó, la maltrató y la violó.
Como pudo Laura escapó; días después denunció lo que le pasó. El personal de la Fiscalía la ayudó, pero la depresión en la que cayó, la llevó a suicidarse en su casa.
Con esas muestras que recolectaron los especialistas, las autoridades continuaron el caso. Hicieron un comparativo genético y la mamá de Laura señaló al agresor.
Con información de: Letra Roja