“Es muy cansado, las leyes deben de ser menos burocráticas, porque yo me lleve 2 años y medio para que pudieran sentenciar a este maldito delincuente”, sentenció Margarita Ortiz, la potosina que fue violada el 7 de junio de 2016, cuando se trasladaba en autobús de ETN de la Ciudad de México a San Luis Potosí.
En entrevista, la víctima criticó que los legisladores no establezcan leyes fuertes contra estos delincuentes, y que las comisiones de derechos humanos protejan más a los imputados de un delito, pues en su caso ella tenía 48 pruebas y el indiciado ninguna.
Reiteró su planteamiento del 12 de octubre de 2018 en el “Foro Ciudadano por la Reconciliación y la No violencia San Luis Potosí-Zacatecas’, en el Colsan, donde sugirió que deben establecerse pena de muerte y castración química a quienes cometan ese delito.
Rememoró que, si bien en junio de 2018 un juzgado repuso el proceso del delincuente, a quien se le había impuesto una sentencia de 111 años de prisión, este 11 de febrero otro juez de Tlalnepantla lo sentenció a 70 años de cárcel, que es la pena máxima en el Código Penal del Estado de México.
Reconoció que durante algunos momentos del proceso legal quiso “tirar la toalla” y ya no seguir con el caso por ejemplo en la reposición del juicio, sin embargo, tomaba fuerza para seguir adelante.
“Estoy satisfecha con esa sentencia, porque él nunca va a salir de la cárcel con esa pena. Y aparte que está donde debe de estar: en la cárcel (…) A veces las autoridades tratan a la víctima como si uno fuera el delincuente (…) Es algo tan cansado”, declaró.
La entrevistada anunció que luego de los hechos sufridos, escribirá un libro donde expondrá sus vivencias, evidenciar a los buenos y malos funcionarios, pero sobre todo, en aras de animar a las mujeres a denunciar las agresiones y abusos de que son víctimas.
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