San Luis Potosí, SLP.- Ciudad Satélite es un conjunto de fraccionamientos en la periferia de la ciudad que huele a abandono. Tiene fama de lugar peligroso. La gente prefiere estar encerrada en su casa, pues en la calle cualquier cosa podría pasar.
El jueves 28 de febrero, en el Fraccionamiento Urbi Villarreal, una turba de gente golpeó a un hombre acusado de haber abusado sexualmente de tres mujeres.
Según la versión de los vecinos, alrededor de las 8 de la noche el hombre llegó a cenar a una taquería ubicada en la calle Lérida y fue ahí donde una de las presuntas víctimas lo identificó.
Al principio solo dos hombres lo confrontaron y empezaron a golpearlo, pero poco a poco se fueron sumando otras personas, dispuestas a propinarle una salvaje golpiza y someterlo a otros actos degradantes hasta quitarle la vida.
Hoy es más hostil
Tras los hechos, el ambiente en Urbi Villarreal parece más hostil, se siente el miedo de los habitantes, pocas personas están dispuestas a hablar sobre lo que realmente sucedió.
La señora Estela, una mujer de aproximadamente 50 años de edad, relató que escuchó cuando al joven lo golpearon. Cuenta que al presunto victimario, convertido en víctima, lo arrastraron por toda la calle.
“Le daban cachetadas, lo pateaban y le daban golpes con el puño cerrado”, narró una mujer que vive en la calle donde todo ocurrió.
La dueña del puesto de tacos prefirió no hablar frente a las cámaras pero confirmó que el ataque sucedió mientras el joven estaba cenando.
“Cuando empezó la golpiza yo decidí meter todas las cosas y cerrar mi camioncito, tengo un hijo de 17 años y él fue quien empezó a meter todas las cosas, yo no quiero hablar, no me quiero meter en problemas, aquí roban y asaltan seguido, pero nunca había visto tanta violencia frente a mis ojos”.
En el linchamiento participaron hasta 50 hombres
En el parque ubicado frente a la calle Lérida, además de los habituales columpios, las resbaladillas, las bancas y algunos árboles, pueden observarse aún las grandes manchas de sangre y la ropa del hombre que no alcanzó a llegar a los servicios de salud para que se le atendiera.
¿No le preocupa que estas cosas sucedan en donde vive? Cuestionamos a la señora Estela, la única mujer que quiso hablar abiertamente.
“Sí, pero qué hacemos, la policía no hace nada, ni viene ni nos ayuda, ya han pasado otros robos y la misma policía está viendo y no interviene”.
En varias casas de Ciudad Satélite, han colocado letreros que advierten a los ladrones: “Si te agarramos robando te daremos una madriza”, esta es la leyenda general que han colgado los vecinos para “aminorar la delincuencia”.
Todos simulan que no pasó nada
La gente de Urbi Villarreal tiene miedo, no quiere hablar, aunque la sangre y la ropa están a la vista, todos simulan que nada pasó. Al tratar de buscar testigos de los hechos, la mayoría negó conocer al joven y contestó con frases como: “Sí escuché algo de lo que pasó, pero yo no vi ni escuché nada”.
Los hechos ocurrieron en una calle que tiene vista a un parque, la ropa y la sangre conviven con los juegos infantiles y las bancas en un espacio que, se supone, ofrecería un lugar tranquilo para la convivencia familiar.
La gente no sabe ocultar la verdad, aunque prefieren esquivar las miradas y no hablar del tema, la violencia que se vive en Ciudad Satélite casi se puede tocar. No hay palabras, pero sí letreros con amenazas; unas manchas de sangre en el suelo y las prendas tiradas sobre las piedras de un parque, recuerdan la ausencia de alguien que murió asesinado por la gente que quería hacer justicia por su propia mano.
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