19S: Herida abierta para damnificados

Cientos de mexicanos siguen en su lucha por ponerse de pie después del sismo del 19 de septiembre de 2017; entre los principales reclamos están los retrasos y la falta de apoyo del Gobierno federal para la reconstrucción y por otro la falta de castigos por parte de las autoridades contra los responsables de los derrumbes.

A dos años del sismo del 19 de septiembre (19S) de 2017, hay heridas en el país que no han podido sanar porque aún existe un gran número de damnificados pidiendo ayuda.

De acuerdo con datos que el Gobierno federal dio a conocer en el marco del aniversario del desastre natural, la reconstrucción del país tiene un avance del 26 por ciento y se espera que a finales de 2019 se alcance el 41 por ciento.

Según el último censo del Programa Nacional de Reconstrucción que se realizó en diciembre de 2018, aún hay 186 mil 526 viviendas, 19 mil 198 escuelas, 297 hospitales y centros de salud y 2 mil 340 inmuebles culturales dañados.

Las entidades más afectadas por el sismo fueron la Ciudad de México, Puebla y Morelos.

En todo el país, el total de personas que fallecieron fue de 369, de acuerdo con cifras del Gobierno federal.

La capital es la que mayor número de muertos acumuló con 228 y el derrumbe de Álvaro Obregón 286 el que más vidas quitó con 49.

A pesar de la gravedad de los daños, de acuerdo con Román Meyer Falcón, titular de la Secretaría de Desarrollo Territorial y Urbano (Sedatu), se entregaron apoyos incompletos.

Ofelia Castro, una de las damnificadas de Jojutla, Morelos y entrevistada por Reporte Índigo, denuncia que el Gobierno federal en 2018 le entregó su tarjeta de ayuda para la reconstrucción sin fondos.

“Nada llegó, ni un quinto partido por la mitad, me llegó una tarjeta sin fondos”, denuncia Castro.

En el caso de la Ciudad de México, en mayo de 2019 hubo una reforma a la ley local de reconstrucción con la cual más damnificados del 19S pudieron tener acceso al programa aunque no contaban con los documentos necesarios para acreditar su propiedad.

Con la nueva ley, todos los damnificados de la CDMX, en el caso de los multifamiliares, tienen derecho a 65 metros cuadrados gratuitos de vivienda y, si quieren que sea de mayor extensión, tienen la opción de decidir si redensifican hasta un 35 por ciento el inmueble, lo pagan a crédito, o ambas alternativas, dependiendo del caso específico.

También se facilitó el acceso al programa de reconstrucción al instalar mesas jurídicas de apoyo a los damnificados para que pudieran obtener los documentos necesarios para certificar la propiedad de su predio.

El número de vidas que se perdieron con el sismo del 19S en todo el país fue de 369, de las cuales 228 fueron en la CDMX

En abril de 2019 comenzó la reconstrucción masiva de más de 11 mil inmuebles dañados por parte de la Comisión para la Reconstrucción de la capital con el objetivo de que en 2021 concluyan los trabajos.

En agosto pasado, el comisionado para la Reconstrucción de la CDMX, César Cravioto, informó que más de 120 edificios estaban en obras y para terminar 2019 esperaban llegar a 300.

Respecto a las viviendas unifamiliares, dio a conocer que mil 500 estaban en proceso de reconstrucción y para finales de año estimaban brindar atención a tres mil más.

JOJUTLA, EN EL ABISMO TRAS 19S

Jojutla, Morelos, es el municipio más cercano al epicentro del sismo del 19S en 2017.

En la región la reconstrucción va tan atrasada que dos de los lugares más importantes del pueblo continúan dañados: la Parroquia de San Miguel Arcángel y el Palacio Municipal.

Apenas este año comenzó la reconstrucción de la parroquia; sin embargo, el Palacio continúa tal y como quedó después del terremoto, con polines que evitan su colapso y la mayor parte de la fachada dañada.

Ante los daños y los retrasos en la reconstrucción, la sede del Gobierno local se tuvo que mudar a los límites de Jojutla que colindan con el municipio de Galeana

De acuerdo con organizaciones civiles que ayudan en la reconstrucción del pueblo, como Hearts, durante el sismo hubo cerca de mil 800 casas afectadas, lo que se suma a las 17 personas que fallecieron el 19 de septiembre, según cifras oficiales.

Sin embargo; las heridas aún son evidentes en la población.

Ofelia Castro es una adulta mayor que vende quesadillas en la calle y recuerda aquel día en que una barda colapsó y la sepultó.

“Era la 1:15 de la tarde, estaba sentada porque ya había acabado, nomas sentí que me movieron el banco, ya no me pude parar y la barda se me vino encima. Todo se me echó a perder. Salí toda moreteada, llena de tierra”, recuerda.

Mientras platica su experiencia, afirma que el Gobierno federal nunca la ayudó.

“Mi casa está a la vuelta, yo la reconstruí con mi dinero, el de mis hijos, con lo poco que teníamos”, acusa.

A Castro, como a miles de damnificados, la tarjeta de apoyo con recursos que le proporcionó el Fondo Nacional de Desastres (Fonden), llegó vacía.

Después, Castro señala al piso para evidenciar que las calles y avenidas siguen dañadas por el sismo y la reconstrucción no se ha concretado a dos años del 19S.

“Yo veo de la fregada a Jojutla, mira las calles cómo están”, menciona.

Además, es común ver predios con construcciones colapsadas, vacías y con una reja perimetral para evitar el acceso.

Margarito Sinol Morales, trabajador de un predio en reconstrucción, explica que mucha gente prefirió vender sus terrenos ante los altos costos que quisieron cobrar albañiles por levantar sus casas.

“Varios, como no pudieron reconstruir, decidieron vender sus terrenos y otros están construyendo con su propio dinero”, cuenta.

Sinol Morales informa que la colonia más afectada de todo el pueblo es Zapata, donde los estragos más evidentes se encuentran en la calle 18 de marzo, pues a cada cuadra se pueden ver una o dos casas en escombros o reconstruidas a medias.

Antonio Torres es un hombre de 50 años que vive ahí y tiene una enfermedad que le impide trabajar, por lo que su madre de 78 años de edad, de quien depende, tiene que realizar los trámites para poder terminar de reconstruir su casa dañada durante el sismo del 19S.

La verdad nos ha ido mal porque el Gobierno no nos ayudó. Solo nos dio la mitad y lo demás lo reconstruimos con préstamos – Antonio Torre. Habitante de Jojutla

Explica que en 2017, el Fonden valuó los daños de su casa en 120 mil pesos; sin embargo, sólo le depositaron 60 mil.

“Hemos sobrevivido poco a poco pero mucha gente sigue sufriendo porque están rentando o están viviendo con sus familiares. No es suficiente la ayuda”, declara.

Por otra parte, afirma que muchos trabajadores de la construcción se aprovecharon de la situación y cobraron en exceso.

“Falta mucho para que se levante el pueblo, aún no hemos podido ponernos de pie”, apunta.

Catalina Miranda Hernández, relata cómo albañiles y constructores abusaron de los damnificados del sismo del 19S.

“Nos querían cobrar cuatro mil pesos sólo por reparar una columna cuando a nosotros nos dieron solo 10 mil pesos”, menciona.

El Fonden le hizo un presupuesto de 20 mil pesos pero sólo le depositaron 10 mil.

Miranda Hernández tuvo que esperar a que el único trabajador que cobraba lo justo terminara obras en otros predios.

Sin embargo, aún así, la parte de arriba de su domicilio sigue dañada.

CDMX, ENTRE CONTRASTES

La Ciudad de México, la entidad más afectada por el sismo del 19S, se encuentra en una situación de contrastes para los damnificados.

Por una parte, hay quienes con el cambio de administración pudieron entrar en el programa de reconstrucción que la anterior gestión les negó, mientras que por otra, hay damnificados que siguen en la búsqueda de justicia.

Mientras que algunos de los capitalinos afectados por el sismo del 19S acusan que a la fecha no han recibido la ayuda prometida, otros cuentan cómo se han beneficiado con el cambio de gobierno

Eliud González es damnificada del edificio de Zapata 56, el cual colapsó cuando apenas tenía un año de haber sido construido.

Señala que desde el 19 de septiembre de 2017, no tiene un hogar a donde regresar y los responsables de la corrupción que provocaron el colapso del inmueble están sin castigo.

Zapata 56, de acuerdo con los peritajes judiciales, no fue construido conforme al diseño original y se usaron materiales de baja calidad.

“La memoria de cálculo estructural no corresponde a los planos. No contó con acero para soportar la estructura. Hicieron creer que había acero pero eran elementos prefabricados de baja densidad”, afirmó el abogado Reynaldo Sandoval, quien asesora a cuatro damnificados.

Sandoval indica que por ello, interpusieron una demanda por el delito de acto fraudulento, pues la empresa Canadá Building construyó un edificio diferente a las especificaciones y precio al que vendió los departamentos.

Menciona que a pesar de los 40 elementos de prueba presentados ante la Fiscalía de la alcaldía de Benito Juárez desde hace más de un año, los responsables del colapso siguen libres.

Las víctimas también demandaron por asociación delictuosa debido a que el director responsable de obra, Juan Duay Huerta, así como los socios de la constructora, Ernesto Cevallos y José Arturo Cevallos, sabían que la edificación carecía de la calidad requerida.

No obstante, a pesar de que la Comisión para la Reconstrucción ha llamado a la Fiscalía de Benito Juárez a hacer justicia, los tres implicados siguen sin recibir castigo alguno.

Eliud González menciona que ella solo busca justicia.

“Lo que me gustaría es justicia, está comprobado que se cayó por la mala calidad de los materiales, ya tienen a los culpables y saben quiénes son”, acusa González.

Esta situación contrasta con el caso de Leslie Nequiz, damnificada del edificio Centauro, del mismo conjunto que el Osa Mayor, en la colonia Doctores, alcaldía de Cuauhtémoc, a quien el gobierno anterior le negó la ayuda para recuperar su patrimonio.

“Fue muy difícil porque en un principio empezamos a buscar alternativas para reconstruir el edificio y vimos que era muy difícil que nos dieran atención inmediata”, refiere.

Después de varias trabas, en 2018 les ofrecieron demoler el inmueble para reconstruirlo.

Sin embargo, Nequiz no contaba con las escrituras del departamento a su nombre y tampoco podía pagar un crédito de tres millones de pesos.

“No queríamos reconstrucción porque iba a ser con crédito por sociedad hipotecaria y teníamos que ganar 45 mil pesos al mes”, explica.

Ella y un grupo de al menos 10 vecinos, interpusieron un amparo para detener la demolición hasta que les garantizaran el acceso a la reconstrucción.

Con la entrada del gobierno de Claudia Sheinbaum y las reformas a la ley de reconstrucción del 19S, las cosas mejoraron para ella.

La Consejería Jurídica la ayudó a obtener las escrituras de su departamento y 65 metros cuadrados de su nuevo hogar serán gratuitos, pues se irán a fondo perdido.

El resto eligió pagarlo a 20 años; no obstante, considera que esto es un logro, pues con el gobierno anterior era un crédito imposible de pagar o no volver a tener casa.

“Dentro de lo que cabe fue lo justo”, declara.

REPORTE ÍNDIGO




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