La policía italiana detuvo a un enfermero acusado de simular haber administrado la vacuna contra el COVID-19 a por lo menos 45 personas para que pudieran obtener el pasaporte sanitario de forma fraudulenta, deshaciéndose de las vacunas en un contenedor e incluso colocándoles bandas adhesivas sanitarias a sus “pacientes” para no levantar sospechas.
La policía de la ciudad de Ancona, en la costa oriental de Italia, también puso bajo arresto domiciliario a cuatro presuntos cómplices, acusándolos de encontrar clientes antivacunas que estuvieran dispuestos a pagar por un pasaporte sanitario en lugar de recibir las vacunas.
Según un comunicado de la policía, se investiga a 45 personas que supuestamente recibieron los pases como parte de la estafa, quienes se deben reportar a diario y tienen prohibido salir de sus ciudades.
La policía filmó al enfermero mientras trabajaba en un enorme centro de vacunación de Ancona, en el que aparentemente vertía el contenido de la jeringa en el contenedor de residuos médicos antes de fingir que inyectaba el brazo del paciente para luego ponerle un curita.
Los sospechosos están acusados de corrupción, falsificación de información y malversación de fondos, aunque la policía añadió que el plan de vacunación falsa también desperdició un “recurso público fundamental”.
En Italia son cada vez más duras las medidas contra las personas no vacunadas, a las que se les exige una prueba de vacunación o de recuperación reciente de COVID-19 para acceder a una serie de actividades recreativas, así como a servicios como el transporte público.
Italia, donde se registró el primer brote de Europa en febrero de 2020, ha inoculado al 86% de su población mayor de 12 años y ha administrado refuerzos a cerca del 60% de las personas elegibles.
La policía ha iniciado varias investigaciones sobre pases sanitarios falsos, y un caso que llamó la atención fue el de un dentista que fue a vacunarse con un brazo falso de silicona.
Después de que sus acciones resultaron en una investigación penal en su contra, el dentista anunció que finalmente se había vacunado y que sólo protestaba por los requerimientos de vacunación impuestos por el gobierno a los trabajadores de la salud.
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