María Ruiz
Los resultados e información diagnóstica del Análisis de Carpetas Asignadas a la Unidad de Investigación de Feminicidios y Acceso a la Justicia fueron publicados este martes. Se trata del primer diagnóstico en San Luis Potosí con información sobre feminicidios con fuente directa de las carpetas de investigación.
El proyecto fue realizado por las abogadas, investigadoras y activistas Zamira Silva Ramos, Elena Martínez Montoya y Sandra Gallegos Candelaria.
Este informe, según lo referido por las titulares del proyecto, servirá para la creación de políticas públicas y a tener una visión completa para entender y estudiar las tendencias criminales en el estado.
Asimismo, tiene la finalidad, como su contenido lo exhibe, de traducir los datos duros a información descriptiva tipo cualitativo a un método de investigación rigurosa encaminada a la descripción del fenómeno del feminicidio.
Este documento publicado ya por la Fiscalía General del Estado (FGE) se rige bajo tres ejes concretos: la traducción de datos de la era cualitativa y cuantitativa, la recolección de datos sobre el contexto de violencia feminicida, y la práctica de la investigación ministerial.
Para este informe se realizó la investigación, monitoreo y análisis final de un total de 112 carpetas/casos de feminicidios cometidos en San Luis Potosí.
Se estudiaron los perfiles de las víctimas, sus condiciones socioeconómicas, grado de escolaridad, neurodivergencia, discapacidades, si pertenecían a la comunidad LGBT, estado civil, si maternaban, si se encontraban vinculadas algún trabajo sexual (sic) y lugar de origen.
Cifras que atormentan
A través de todo este proceso de investigación, Silva Ramos, Martínez Montoya y Gallegos Candelaria, en conjunto con el Grupo-Unidad de Contexto y Análisis de la FGE, determinaron que de las 112 carpetas analizadas, 110 se encuentran en etapa de investigación; 56 de estas carpetas fueron identificadas inicialmente como feminicidio, 44 como homicidio doloso y solo 11 reclasificaciones.
De igual forma, de las 112 carpetas, en 109 casos se detectó la identidad de la víctima, habiendo tres carpetas con calidad de NN.
Aunado a ello, se identificaron 15 casos con patrón por lugar, 13 con patrón de víctima, y 14 con patrón de Modus Operandi al igual que de perfil de victimarios.
Además, 15 son casos que fueron vinculados a contexto de crimen organizado, cinco de ellos por trata de personas y trabajo sexual.
Del total de las carpetas, 12 contaban con denuncia o pesquisa por desaparición y 27 casos en donde se ha identificado al victimario.
También se cuenta con seis órdenes de aprehensión emitidas y cuatro ejecutadas.
De igual forma, se señala que 90 de las carpetas cuentan con informes periciales insuficientes y se omitió la práctica de periciales relevantes; en 82 se cuenta con informes policiales insuficientes, así como ausencia de informes policiales, y en 83 se omitió la práctica de actuaciones policiales relevantes.
Una radiografía muy extensa que evidencia una problemática grave en la que se encuentra el estado de San Luis Potosí respecto a los feminicidios.
Un dato importante que pudieron reflejar todas estas investigaciones es lo siguiente:
“El 77 por ciento de los casos en donde se identifica plenamente al victimario, estos mantenían una relación de confianza, afectiva o de parentesco para con las víctimas. Un 48 por ciento de los casos en donde se identifica al victimario, se trata de relaciones jerárquicas, no precisamente afectivas o de parentesco”.
Sin duda, esta documentación e investigación tan detallada resulta en un compendio de información que aclara el panorama sobre contexto de la violencia feminicida en el estado, que viene a complementar la indagación sobre los patrones y tendencias en la narrativa de los feminicidios perpetrados.