Las embotelladoras de bebidas de Coca-Cola, Pepsico y Danone (Bonafont), que generan basura plástica, han obtenido concesiones para extraer al menos 81 mil 976 millones de litros de aguas nacionales desde 1994 a la fecha, muestran los datos disponibles de la Comisión Nacional del Agua (Conagua). La cifra equivale al uso promedio de 819 millones 765 mil personas al día, es decir, a lo que todo el país usaría durante una semana sin tandeos.
Con apoyo de la investigación “Los millonarios del agua” (UAM, 2020), SinEmbargo consultó en el Registro Público de Derecho de Agua (Repda) las asignaciones dadas a los brazos embotelladores regionales de estas trasnacionales para producir endulzantes, plástico y distribuir en botellas agua, jugos y refrescos.
El Poder del Consumidor ha advertido que el consumo de bebidas azucaradas en nuestro país se asocia a la muerte de 40 mil personas al año por diabetes y enfermedades cardiovasculares, aunque se ha intentado minimizar con un manual de estrategias como el camuflajeo con fundaciones, el cuestionamiento de estudios científicos y el cabildeo político para evitar leyes fuertes como la del etiquetado nutricional claro.
Además, Greenpeace México ha identificado que las botellas de plástico de un sólo uso distribuidas por esas empresas invaden océanos y a la fauna marina que comemos. Tan sólo Coca-Cola, si bien cuenta con plantas recicladoras, colocó en el mercado mundial 112 mil millones de botellas de plástico de un solo uso en el 2020.
35 L PARA MEDIO L DE COCA
La Industria Mexicana de Coca-Cola está conformada por Coca-Cola de México, Jugos del Valle, dos plantas de reciclaje y 67 plantas de ocho grupos embotelladores: Arca Continental, Bebidas Refrescantes de Nogales, Bepensa, Coca-Cola FEMSA, Corporación del Fuerte, Corporación RICA, Embotelladora de Colima y Embotelladora del Nayar que generan 98 mil empleos directos.
A través de una estrategia de marketing, distribución y negación del daño a la salud, sus productos se han colado en cada esquina de las tiendas de abarrote, a las mesas de las familias, a los desayunos de infantes del sur mexicano e incluso en rituales de poblados de Chiapas o las tumbas de los panteones.
Pero para ello, ocupa miles de metros cúbicos de agua diarios en un país que en este verano está enfrentando otra vez los estragos de la sequía con enfrentamientos en poblados rurales de Nuevo León y muertes en Baja California por calor.
En 2010 Coca-Cola Company desglosó en un informe que se necesitan 35.4 litros de agua para producir medio litro de refresco en Dongen, Países Bajos, sobre todo para hacerla azucarada y con ello más adictiva: 28 litros para cultivar betabel para endulzar, siete litros para fabricar la botella de plástico y 0.4 litros de “agua operativa”, que es la que se utiliza en las plantas de embotellado.
Bebidas Mundiales (Arca Continental), una de las principales embotelladoras de Coca-Cola, extrajo al menos 14 mil 716 millones de litros de agua de marzo de 1994 a enero de 2022, según muestra el Repda.
Sólo en agosto de 2003, obtuvo una concesión para extraer mil 55 millones de litros de la cuenca Lerma Santiago en Jalisco. Y Bebidas Bepensa, que distribuye un portafolio de 35 marcas de Coca-Cola Company, accedió a 3 mil 698 millones de la cuenca de la Península de Yucatán en 1994.
¿CUÁNTOS LITROS SIN REGISTRAR?
PepsiCo, la otra gran refresquera trasnacional, cuenta en México con Grupo GEPP para embotellar sus refrescos y el agua Electropura, así como otros brazos embotelladores regionales detectados por la investigación “Los millonarios del agua”. De 1994 a 2021, la Conagua tiene el registro de haberles otorgado 25 mil 775 millones de litros de agua para sus procesos operativos, muestran los datos del Registro Público de Derechos de Agua (Repda).
Sin embargo, para muestra de que el Repda no tiene registrados todos los cuerpos de agua al que tienen acceso las empresas, para Bonafont (de la francesa Danone) sólo reporta un título de concesión otorgado en junio de 1996 por 130 millones 184 mil litros. Esto a pesar de que apenas el año pasado una de sus plantas en Juan C. Bonilla, Puebla, fue epicentro de una protesta por, acusaron los pobladores, extraer agua de sus pozos.
Justo el 22 de marzo de 2021, el Día Mundial del Agua, locatarios de la región cholulteca tomaron pacíficamente las instalaciones de la planta de Bonafont, ubicada sobre la carretera federal a Huejotzingo, al asegurar que su extracción durante dos décadas estaba a punto de secar los pozos que emplean para consumo humano y cultivos, su fuente de ingresos.
De acuerdo con el diario poblano Lado B, la embotelladora de origen francés extraía casi 591 millones de litros de agua al año, lo equivalente a cerca de 85 mil garrafones diarios. En respuesta, Bonafont informó que solo extra 0.09 por ciento del agua disponible en el manto acuífero de la zona. Pero no tenía permiso para hacerlo ni por Conagua ni por el ayuntamiento, notificaron a la revista Nexos tras solicitudes de información.
Los pobladores clausuraron los pozos y colocaron el plantón “La casa de los pueblos” durante casi un año para que se fuera la empresa, pero en febrero de 2022 un operativo de la Guardia Nacional los desalojó para que Bonafont, como otras embotelladoras, sigan extrayendo agua –con registro o sin registro oficial– para vender agua, jugos o refrescos en botellas de plástico de un solo uso.
Sin Embargo