El Presidente Andrés Manuel López Obrador dijo esta mañana que ya le será difícil impulsar cambios constitucionales para reformar al Instituto Nacional Electoral (INE) y a otros órganos autónomos, a los que considera corrompidos o inútiles, pero pidió que –“es un proceso”– después de su mandato se insista en ello.
A López Obrador le quedan dos años de administración. Un cambio constitucional requiere de mayoría absoluta en los cuerpos legislativos, pero Morena, su partido, junto con sus aliados, no lo logran.
“Al INE no hay que desaparecerlo, simplemente hay que buscar que se dediquen a cumplir con su función, que no estén al servicio de un grupo, de una minoría y que no se conviertan en órganos de represión a ciudadanos”, dijo el mandatario en conferencia de prensa.
López Obrador aseguró que el país “está padeciendo todavía” de estos órganos autónomos, los cuales, dijo, se crearon en el periodo neoliberal “para justificar el robo y el saqueo de bienes nacionales durante mucho tiempo”.
La Reforma Electoral es el pendiente más complicado para Morena, porque se trata de cambios a la Constitución y para tal efecto se requieren de las dos terceras partes de votos, los cuales, Morena, con todo y sus aliados, no tiene. La situación la conoce el Presidente, quien ha señalado que él cumplirá con presentar estos cambios a la Constitución.
La propuesta del Ejecutivo Federal es reformular y replantear por completo la estructura institucional de la autoridad electoral y una modificación muy profunda al sistema electoral, que propone pasar de un sistema electoral mixto a un sistema electoral de representación proporcional.
El Coordinador de diputados de Morena en San Lázaro, Ignacio Mier Velazco, anunció ayer que en los próximos días comenzarán a trabajar en el proyecto de dictamen de la Reforma Electoral.
Indicó que antes del 15 de octubre estará concretada la reforma constitucional, integral, parcial o leyes secundarias en materia electoral.
“Vamos a empezar primero con el proyecto de dictamen. Lo vamos a empezar a analizar en el seno de la Junta de Coordinación Política con los coordinadores antes que se dictamine, de tal manera que se vean reflejados en sus méritos las 42 iniciativas, no sólo la presidencial, que nos permita ir construyendo confeccionando un dictamen que alcance la mayoría calificada”, expresó ante medios de comunicación.
Señaló que de no alcanzar la mayoría calificada habrá que tener abierta “la puerta” a “cambios que sean de beneficio para el régimen democrático de partidos y para la democracia misma” con “reducción de costos y que se ciudadanicen los procesos electorales con certeza, legalidad, transparencia y con austeridad”.
“Creo podemos ir construyendo, si no en su conjunto, sí en algunos aspectos, una reforma constitucional y el resto lo llevaríamos a las leyes secundarias”, añadió.
Lorenzo Córdova Vianello, Consejero presidente del Instituto Nacional Electoral, ha insistido en que no es necesaria una Reforma Electoral, pero que si se realiza no debería de ser el resultado de filias, fobias o rencores personales.
“Si hay una Reforma Electoral, que sea producto de la cabeza y no del estómago, que no sea el resultado de filias y fobias –o peor aún, de rencores personales–, porque entonces tendremos garantías de que la reforma, lejos de fortalecer el sistema electoral, va a servir para dinamitarlo”, declaró Córdova el pasado 18 de agosto durante un foro del Parlamento abierto sobre la Reforma Electoral.
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