Luego de hablar de la complicada situación que enfrenta en el plano laboral debido a la falta de trabajo, Talina Fernández ha comenzado un nuevo proyecto junto a su nieta, María Levy, hija mayor de la fallecida Mariana Levy. Se trata del podcast Platicando con la abuela, en el que la conductora y la joven hablan de las experiencias que marcaron sus vidas.
En el episodio más reciente, titulado El antiguo arte de coquetear, Talina Fernández aceptó la propuesta de su nieta y abrió su cuenta en Tinder, una aplicación de citas. Con ello, La Dama del buen decir demostró una vez más que para encontrar el amor no hay edad ni límites.
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Talina Fernández, quien mantiene un noviazgo José Manuel, compartió un video en su cuenta de Instagram en donde confirmó que ya forma parte de Tinder. En las imágenes se observa a su nieta ayudándola a abrir su cuenta en la red social.
“Necesito modernizarte, por favor, actualizarte. Quiero hacerte un perfil en Tinder, necesito que me des palabras que te describen”, le dijo María Levy.
Con su característico sentido del humor, Talina Fernández señaló que para modernizarse necesitaba del bisturí y más adelante se describió como una mujer audaz, atrevida y extrovertida.
María Levy escribió en la descripción de la publicación: “Talina Fernández ya tiene Tinder y amamos”, un mensaje que apoyaron decenas de sus seguidores, incluida Andrea Legarreta, que se declaró fan de la nieta y abuela afirmando: “Son lo máximo”.
“Talina nos enseña, no hay como la sabiduría de la vida”, “Me encanta Talina, desde siempre, nadie como ella, señorona”, “Es que la amor”, “La mujer de la comunicación, la señora del buen decir. Por siempre gran admiradora de su trabajo”, fueron algunos comentarios que le dejaron sus fans.
Talina Fernández cuenta cómo conoció a su actual novio
Durante el capítulo de su nuevo pocast, la conductora habló por primera vez de cómo conoció a su pareja, José Manuel. Relató que cruzaron miradas por primera vez un 31 de diciembre y que fue todo gracias a su nieta, María Levy.
“Llegó una güera en el supermercado y nos dijo: ‘tengo un tío que quiere contigo’, le dije: ‘pues dale mi teléfono’. Entonces al tío lo invité a tomar café en mi casa el lunes, el miércoles me invitó a comer y a conocer su departamento, el viejo truco y me gustó tanto la arquitectura, que ese fin de semana lo invité a una pijamada en mi recámara, y ya de ahí nos seguimos”.
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