La guerra entre cárteles no sólo se disputa en los terrenos que el brazo armado La Tropa del Infierno ha denominado la “triple ce”: el campo, las ciudades y los caminos. También se libra una batalla para ganar popularidad en el ciberespacio.
MILENIO indagó en los metadatos de Google Trends para saber qué cárteles y qué capos mexicanos son los que mayor interés informativo han despertado entre los ciudadanos en la última década. Las búsquedas desde enero de 2012 y hasta diciembre de 2022 muestran el afán de la gente por conocer sobre su historia, liderazgos, crímenes y caídas.
El grupo delictivo más buscado en Google no es el más viejo de México, el Cártel del Golfo; ni el más famoso en el mundo, el Cártel de Sinaloa. Tampoco es el de mayor expansión en el país en los últimos años, el Cártel Jalisco Nueva Generación. El primer lugar lo tiene Los Zetas.
Los Zetas han capturado el interés de los mexicanos casi de manera sostenida desde 2012 —dos años después de su fractura con sus viejos aliados, el Cártel del Golfo, lo que los llevó a expandirse por el país— y lo han mantenido hasta este año, aunque ya no tienen el protagonismo que alcanzaron en los dos sexenios anteriores y a pesar de que varios miembros han cambiado su nombre a Cártel del Noreste ante la falta de liderazgos históricos como “Z-3” o “Z-40”.
Una explicación posible es que Los Zetas cambiaron para siempre cómo se hace propaganda de la narcoviolencia, pues fueron los primeros en grabar interrogatorios y asesinatos con extrema crueldad y subirlos masivamente a redes sociales, como Youtube, Twitter y Facebook, lo que generó un gran interés en México y de la prensa internacional.
El segundo cártel más “googleado” es La Familia Michoacana, que también revolucionó el uso de las redes sociales. Su antiguo líder, Servando Gómez, “La Tuta”, pasó de maestro rural a sanguinario narcotraficante con un liderazgo muy particular: solía grabarse con el rostro descubierto dando largas disertaciones sobre el país o repartiendo herencias ajenas y publicaba sus videos en redes sociales. Sus subalternos tenían la obligación de difundir esa información hasta hacerla viral.
La Familia Michoacana también ha sido una presencia constante en la última década: desde finales de 2012, cuando provocaron el levantamiento armado de autodefensas en Tierra Caliente, hasta la actualidad. Su estrategia de redes continúa; por ejemplo, en octubre pasado su actual líder, “El Fresa”, también publicó un video con su rostro visible hablando sobre la masacre de 20 personas en San Miguel Totolapan, Guerrero.
“Con esos datos podemos ver dos fenómenos: primero, que los intereses de los mexicanos se focalizan en lo que es ‘más cercano’, en su comunidad, es decir, una pulverización de los cárteles se reduce en investigar quiénes pueden exigirte ‘derecho de piso’ o estar en disputa en tu región; segundo, tristemente entre los más jóvenes, exhibe quiénes son sus figuras de admiración”, explica Laura Coronado, especialista en cultura digital.
En tercer lugar están Los Rojos, una escisión del clan Beltrán Leyva, involucrados en la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa, que se volvió un crimen emblemático de la llamada “guerra contra el narco”. Hasta antes de la noche del 26 de septiembre de 2014 eran prácticamente desconocidos a nivel nacional; luego, despertaron el interés de mexicanos y extranjeros.
Y enseguida, en orden de interés en Google, están el Cártel Jalisco, el Cártel de Sinaloa, Guerreros Unidos, Cártel del Golfo, Cártel del Noreste, Cártel de Juárez y Cártel de Tijuana.
“Si no estás en redes sociales e internet no existes. Aparecer como primera respuesta en las búsquedas de Google te habla de poder”, dice la también académica de la Universidad Anáhuac.
Los capos más buscados
Para aplicar el mismo criterio con capos del narcotráfico, este diario hizo una lista de 10 nombres que incluyen los más notorios o por quienes el gobierno de Estados Unidos ofrece una abultada recompensa que lleve a su captura.
De nuevo, el capo más “googleado” no es el más conocido de México, Joaquín “El Chapo” Guzmán, ni el más influyente en la actualidad, Nemesio “El Mencho” Oseguera Cervantes. El que más interés genera entre los mexicanos es Fausto Isidro Meza Flores, alias “El Chapo Isidro”.
Su carrera criminal parece salida de un guión de película, lo que podría explicar su fascinación: de jefe de alto rango en el clan de los Beltrán Leyva pasó a traicionar al “Chapo” Guzmán para crear su propia organización internacional de tráfico de drogas. Ha sido detenido cuatro veces, las mismas que ha librado la cárcel. Su fisonomía actual es un misterio, igual que su ubicación y su riqueza.
Las búsquedas para saber quién era aumentaron en los meses que la serie de ficción “El Chapo” llegó a los primeros lugares de popularidad en Netflix: la interpretación del actor salvadoreño Ermis Cruz podría explicar que miles tomaron sus computadoras y teléfonos para preguntarle a Google sobre ese casi desconocido que le hacía la vida imposible a Joaquín Guzmán Loera.
“La trascendencia de conocer las búsquedas de Google radica en que su fiabilidad es mucho mayor que la de cualquier encuesta o estudio de investigación. A Google le preguntamos de todo y sin filtro. Aquellas preguntas que no quisieras hacer ni a tu familia y en ‘secreto’.
“No sabemos todo sobre ‘El Chapo’, pero la curiosidad disminuye en la medida en la que tenemos más información y si ésta es oficial. Por ello, las búsquedas de capos más jóvenes o que no han podido ser capturados generan más interés y Google nos otorga la confianza de preguntarle sobre ellos”, comenta Laura Coronado.
En segundo lugar está dicho fundador del Cártel de Sinaloa con una presencia sostenida en el interés público desde hace una década: sus crímenes, detenciones complicadas, fugas espectaculares, corridos y series de televisión no han hecho decaer las búsquedas en Google sobre quien alguna vez ocupó el escaño 701 en la lista de la revista Forbes de los hombres más millonarios en el mundo.
El tercero es, de vuelta, un desconocido para millones, aunque viejo conocido del sistema de justicia de Estados Unidos: “El Guano”, el hermano menos famoso del “Chapo”, de quien aliados y enemigos dicen que representa el perfil más desconfiado y sanguinario en todo el cártel al grado de buscar afanosamente el asesinato de sus sobrinos, “Los Chapitos”.
“El Mencho” aparece en la cuarta posición de este análisis de datos, acaso porque su nombre y alias no atrajó interés en Google entre 2012 y hasta diciembre de 2017. Sin embargo, en aquel mes, la agencia antidrogas DEA publicó un informe que ubicó al Cártel Jalisco Nueva Generación como el grupo criminal con mayor territorio ganado en el país desplazando al histórico Cártel del Pacífico o Cártel de Sinaloa y el interés por su figura se disparó.
En esa Navidad de hace cinco años, las búsquedas en Google del sobrenombre de Nemesio Oseguera Cervantes tuvieron un pico importante que no se repetiría jamás. Su temible presencia y su sadismo llegaron desde entonces a todos los noticieros, redes sociales, blogs y hasta reproductores de música, lo que explicaría que la gente dejó de “googlearlo”. No había necesidad de buscar quién es: el país lo conoce hasta el hartazgo.
El resto, de mayor a menor búsquedas, son Adelmo Niebla González “El Señor” e Ismael “El Mayo” Zambada. Otros capos buscados por Estados Unidos con poco interés de parte de los internautas mexicanos son “Los Chapitos”, Iván Archivaldo Guzmán y Ovidio Guzmán; Ismael Zambada Sicairos “El Mayito Flaco”, Audias Flores Silva “El Jardinero” o “El Bravo 2” y Juan Carlos Valencia González “El R-3”, supuesto hijastro de “El Mencho”.
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