Este miércoles, personas que reciben su pensión a través del “Banco del Bienestar” tuvieron que hacer largas filas durante un tiempo prolongado para recibir su pago o hacer algún otro tipo de trámite en la sucursal del Centro Histórico, ubicada en el cruce de las calles de Ignacio Zaragoza y Agustín de Iturbide.
La dilata espera obligó, en cierto momento del día, a modificar la formación visible sobre Iturbide y pasarla a Zaragoza para proteger a las y los usuarios de los fuertes rayos del sol de mediodía.
Algunas de las personas comentaron que llegaron desde antes de la apertura del “banco” que, en realidad, no pasa de ser una simple oficina de pagaduría atendida por personal sumamente escaso, en opinión de los entrevistados.
Esta situación de atención lenta, se repite en otras sucursales del llamado Banco del Bienestar.
La mayoría de las personas formadas en esta sucursal, no cuentan todavía con una tarjeta bancaria que puedan usar en instituciones financieras de verdad, que cuentan con cajeros automáticos, horarios de atención amplios, más sucursales y más personal para atender a sus usuarios, incluyendo servicios a través de aplicaciones móviles para facilitar las operaciones bancarias.
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