El ministro ucraniano del Interior, Denis Monastyrsky, murió junto a su adjunto y otras 16 personas tras la caída de un helicóptero que se estrelló en Brovary, en la región de Kiev, informó el jefe de la Policía Nacional, Oleksiy Kuleba.
“Un helicóptero del Servicio de Emergencia se estrelló en Brovary. Como consecuencia del accidente aéreo fallecieron los dirigentes del Ministerio del Interior: el ministro, el viceministro primero y el secretario de Estado”, agregó.
En total murieron 18 personas, incluidos dos niños. De ellas, nueve iban a bordo del helicóptero. Además, 22 personas están hospitalizadas, entre ellas 10 menores de edad.
Kuleba había informado, en un primer momento, en su cuenta de Telegram, que el helicóptero se estrelló cerca de una guardería y un edificio de apartamentos. “En el momento de la tragedia había niños y empleados de la institución en la guardería. En este momento todo el mundo ha sido evacuado. Hay víctimas”, indicó.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, calificó el accidente como “una terrible tragedia” y una “mañana negra”.
De momento, las autoridades ucranianas no apuntaron a una posible implicación rusa, y abrieron una investigación para esclarecer las circunstancias.
Mientras, en el foro de Davos, Zelenski pidió “celeridad” en la toma de decisiones sobre la ayuda a Ucrania, coincidiendo con la reticencia de Alemania a autorizar la entrega de carros de combate Leopard.
“La tiranía avanza más rápido que las democracias”, señaló en un discurso grabado.
Por su parte, Rusia sostuvo que no tiene ninguna necesidad de hablar de negociaciones de paz con el presidente Zelenski, pero sostuvo que estaría dispuesta a evaluar “propuestas serias” de Occidente.
En su rueda de prensa anual, el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, señaló que no se puede “ni hablar de negociaciones con Zelenski, simplemente porque legislativamente prohíbe negociar con el gobierno de Rusia”.
En San Petersburgo, el presidente ruso Vladímir Putin dijo que su intención en Ucrania era poner fin a una “guerra” que se libra en el este de ese país desde hace muchos años.
En un encuentro con veteranos de guerra, Putin dijo que Moscú intentó durante mucho tiempo negociar un acuerdo para poner fin al conflicto en el Dombás, el corazón industrial ucraniano, donde separatistas respaldados por Rusia combaten a las fuerzas ucranias desde 2014.
“Las operaciones de combate en gran escala con armas pesadas, artillería, tanques y aviación continúan en el Dombás desde 2014″, dijo Putin.
El Financiero