Cancún, la joya de la corona del Caribe Mexicano, se convirtió en un campo de batalla donde taxistas, y socios conductores de Uber, se disputan el servicio de transporte. En redes sociales ha quedado constancia de los bloqueos, los actos violentos y las amenazas que ha habido, en su mayoría, en contra de los conductores de aplicación.
Aunque la rencilla comenzó años atrás, esta tomó un nuevo impulso el pasado 11 de enero, cuando un juez federal declaró que la plataforma no necesita de una concesión para operar en Quintana Roo, por no ser un transporte público si no un servicio entre particulares.
Han agredido a pasajeros y conductores
Uno de los episodios más amargos se vivió el pasado 20 de enero, cuando los choferes de unidades públicas obligaron a los conductores de Uber a bajar a las personas que transportaban de forma violenta.
En los últimos días, de las agresiones se incrementaron, sólo este fin de semana se dieron más de siete hechos, en los cuales también se vieron afectados turistas nacionales y extranjeros.
“Llegaron ellos, me rallaron el carro, me empezó a reventar los cristales el taxista, me empezaron a pegar”, dijo una de las habitantes de la zona.
Lo que están disputa, es sobre todo el servicio de transporte en la zona hotelera, el Aeropuerto Internacional de Cancún y la zona centro, donde los sitios cobran tarifas elevadas para movilizar los turistas.
“Traen la tarifa alterada, muchas veces si tú vas al centro no te cobran la tarifa normal, te ponen la tarifa nocturna. Si quieres tomarlo bien, si no también”, dijo.
El viaje de la discordia
El socio y portavoz de los conductores de Uber, Agueda Esperilla, argumenta que el fallo del juez los ampara trabajar, asimismo indica que hay más de 500 denuncias por agresiones en la Fiscalía General del Estado, todas ellas sin atender.
“Lo que hoy estamos viviendo y padeciendo en la ciudad es que la consecuencia de la omisión de la autoridad. Esperamos que no llegue a pasar una tragedia, algo lamentable”, aseguró Esperilla.
Una gran parte de la disputa se debe al control de uno de los puntos clave en la entidad: el tramo que va del Aeropuerto Internacional de Cancún a la zona hotelera. Este trayecto consta de más de 22 kilómetros y por años ha sido controlado por los taxistas, quienes cobran hasta 600 pesos. Por su parte, a día de hoy, la app de Uber asegura que no tiene viajes disponibles en la zona, aunque en días anteriores ofrecía el mismo recorrido por 479 pesos.
¿Qué dice la gente?
En Cancún, los micrófonos de “A la una”, salieron a las calles a preguntar si prefieren usar taxi o aplicaciones de transporte.
“Desde luego que prefiero un Didi o un Uber sobre un taxi normal por varias razones, sobre todo por la seguridad”, dijo uno de los entrevistados.
“Yo no suelo usar taxis, pero definitivamente lo tenga que hacer, definitivamente sería un transporte de aplicación porque considero que es mucho más seguro que tomar un taxi aquí en la calle”, dijo una mujer que respondió a la pregunta.
“La verdad es que estoy aprendiendo a usar el servicio y la verdad es que prefiero usar esos transportes que a los taxistas, aquí son abusivos, son una mafia, te cobran lo que quieren, son majaderos”, aseguró otra persona.
La inactividad de las autoridades es un punto común entre taxistas y ubers, pues el líder del frente único de los trabajadores del volante, Eleazar Salguedo Ordoñez, opinó que hace falta que el gobierno del estado del Congreso y Instituto de Movilidad hagan cumplir las leyes vigentes.
“El llamado a los operadores a que mantengan la calma, obviamente pidió también a las autoridades y a los órdenes de gobierno que también hagan valer la ley”, dijo.
“No pueden ser tratados como concesionarios”, agregó. Mientras tanto los ciudadanos y turistas siguen en medio del conflicto y usando un servicio que opinan se ha quedado atrás.
El Heraldo de México