EL UNIVERSAL San Luis Potosí platicó con los sacerdotes católicos, quienes compartieron los tres centros religiosos favoritos para las bodas: la Catedral, la iglesia de San Francisco y el Templo de San Agustín encabezan la lista.
En 1730 en medio del auge minero que concentró el Cerro de San Pedro en San Luis Potosí, se terminó de construir la imponente catedral metropolitana misma que se convirtió en un homenaje al otro y plata que se extraía de las minas.
Al ser uno de los templos más representativos del estado, situada en el corazón del centro de la ciudad, ésta es la parroquia más buscada para contraer matrimonio por la iglesia. Los propios ayudantes de la actividad eclesiástica del lugar comparten con EL UNIVERSAL, que las parejas acuden con emoción en la búsqueda de que ese día todo resulte perfecto, por lo que en ocasiones la espera es más de lo que quisieran.
Cris y Francisco, quienes buscan dar el sí en el majestuoso templo deberán esperar un año y dos meses para poder celebrar su boda religiosa, pues la lista es larga, “por eso se debe apartar con tiempo”, coinciden.
Además, añaden que hay temporadas en las que “todo mundo quiere casarse”.
Seguido de la catedral, otro de los templos que por tradición se ha convertido en uno no sólo de los más demandados, sino también de los considerados más románticos, es el de la iglesia de San Francisco, ubicada en el mismo centro histórico pero en medio del jardín considerado del romance, entre Aranzazu y San Francisco.
Se trata de una iglesia con gran contenido histórico y cultural para la ciudad de San Luis Potosí sus cimientos provienen de
de 1686 a 1719, época en la que se asentó el convento y el templo de la Tercera Orden.
El tercer conjunto eclesiástico que destaca entre los predilectos por los potosinos, es el templo de San Agustín, también ubicado en el centro histórico a unos pasos del Teatro de la Paz y la Alameda Juan Sarabia.
Se trata de un monumento con la denominación de monumento histórico por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), fue construido para el alojamiento de los sacerdotes agustinos aunque también fue según los historiadores cuartel, prisión y hasta una escuela industrial; posee el estilo barroco que caracteriza al centro histórico de San Luis construido en el siglo XVIII.
El templo de igual forma tiene una gran demanda, aunque en los últimos años se ha visto obligado a posponer los encuentros nupciales por los trabajos de restauración del lugar que se han ido haciendo de forma paulatina con el apoyo de asociaciones, fundaciones y también en algunas ocasiones con la aportación del ayuntamiento capitalino.
El Universal