En París, capital de Francia, el país ante el que subió al olimpo de los dioses en Lusail el 18 de diciembre, Leo Messi volvió a ser rey. El astro argentino conquistó su segundo premio The Best, imponiéndose a dos franceses, Karim Benzema y Kylian Mbappé. El inmaculado Mundial que realizó el rosarino ha sido decisivo para decantar la balanza en una ceremonia que se desarrolló en el 8eme arrondisement. La votación, más democrática que el Balón de Oro, pues además de los periodistas votan los capitanes y los aficionados, era incierta hasta apenas 24 horas antes la ceremonia.
La gala tuvo a Messi como ganador y a Pelé como gran homenajeado. La FIFA rindió un importante tributo a O Rei, fallecido a finales de 2022. Su viuda, Marcia Aoki, y su ex compañero en el Brasil campeón de 1970, Jairzinho, estuvieron presentes y hablaron ante la audiencia. Además, hubo una actuación musical en honor al que fuera uno de los mejores jugadores de la historia de Brasil y del mundo, al tiempo que se mostraban imágenes de la carrera de Pelé como futbolista.
“Es un honor estar en la gala, significa mucho y debo agradecerlo a la selección argentinos. Sin ellos no estaríamos acá. Fue una locura para mí. El Mundial es lo más bonito que me pasó en mi carrera y gracias a Dios lo pude obtener. También agradezco a mi familia y a la gente de Argentina. Queda de por vida en mi recuerdo”. dijo en su discurso.
A Messi no le hacen falta reconocimientos, ni menciones, ni galardones, para ser considerado el mejor jugador de todos los tiempos. En Lusail terminó, si es que existía, al menos en una pequeña facción de Argentina, el debate con Maradona, alzándose con un Mundial que se le resistía y por el que llevaba luchando desde que comenzó su carrera. Su figura, eterna, no admite más trofeos en su inmenso baúl, ese que no ha parado de crecer y por el que pagaría cualquier jugador del mundo por detentar un tercio de todo lo que ha logrado a sus 35 años.
A por la Champions
Con 7 goles, dos en la final, además del penalti en la tanda agónica contra Francia, y 3 asistencias, Messi le dio la vuelta a la historia, a esa que no le permitía, no le dejaba, le lanzaba minas para que se quedara con la miel en los labios de saborear la satisfacción de ser campeón del mundo. Su último reto, al menos en 2023, será el de volver a ganar la Champions League, competición que ha levantado en cuatro ocasiones, pero que se le resiste desde hace ocho años. En París, la ciudad que hizo lo imposible para ficharle y en la que se proclamó, otra vez, como el mejor jugador del mundo para la FIFA.
Messi se ha llevado el premio The Best dos veces. El argentino suma y sigue. La pregunta es cuánto le queda para bajarse del trono, ese que no ha soltado desde hace más de una década y que seguramente los que vienen por detrás, entre ellos Mbappé, finalista en los Best, no saborearán ni la mitad.
Messi sale rey otra vez de París. La redención que le transformó de mito a inmortal podría llegar en mayo, con el PSG, pero primero debe remontar al Bayern una eliminatoria que se le ha puesto muy cuesta arriba después de la victoria de los bávaros por la mínima en el Parque de los Príncipes. No obstante, su cetro en Qatar le acredita como uno de los máximos favoritos para alzarse con algo imposible: ganar ocho Balones de Oro.
AS