• Tras la localización de 6 personas migrantes que escaparon de sus captores y llegaron a Matehuala, las autoridades potosinas se trasladaron a Dr. Arroyo, Nuevo León y rescataron a 34 personas más, incluidos 10 menores de edad
Seis de los migrantes secuestrados la madrugada del pasado lunes en el municipio de Dr. Arroyo, Nuevo León escaparon hasta llegar la tarde del miércoles 17 de mayo a Matehuala, allí fueron apoyados por la Policía de Investigación de la Fiscalía General del Estado y la Guardia Civil Estatal, quienes rescataron a otras 34 personas cautivas en la comunidad Cruz de Elorza, del municipio neolonés antes citado.
El testimonio de los 6 migrantes que llegaron a Matehuala ayer por la tarde, sirvió para que las autoridades de San Luis Potosí implementaran un operativo de búsqueda inmediato, internándose en el Estado de Nuevo León, en la comunidad Cruz de Elorza, donde encontraron con vida a 34 personas más: 10 niños, 14 mujeres y 10 hombres, quienes reciben ayuda humanitaria del Gobierno de Ricardo Gallardo Cardona.
15 secuestrados escapan hacia rumbos distintos
El pasado lunes, a las 2 de la madrugada, el autobús de una empresa “turística” fue interceptado por un grupo criminal en la carretera 57, a la altura de la comunidad Los Medina, municipio Dr. Arroyo, en Nuevo León. Lo tripulaban al menos 2 choferes y 49 personas provenientes de Honduras y Venezuela.
Los delincuentes, vestidos como policías, abordaron el autobús, les quitaron sus pertenencias y tomaron fotografías a cada uno. Sus captores se quejaron de que el chofer no se “había reportado” con ellos, que ya había pasado varias veces por la carretera 57 sin avisarles. Luego los condujeron a una casa abandonada en la comunidad Cruz de Elorza y los amontonaron ahí.
De los secuestrados, 15 lograron escapar, 9 caminaron rumbo al norte y fueron hallados por autoridades de Nuevo León la noche del martes 16 de mayo, los otros 6 caminaron rumbo al sur durante 16 horas y con el “aventón” de un samaritano llegaron hasta la cabecera municipal de Matehuala donde fueron auxiliados por la Guardia Civil Estatal y la Policía de Investigación de la Fiscalía General del Estado.
Ahí, Roberto Isaí Aguilar, de Honduras relató los hechos vertidos en esta nota. Él y sus 5 compañeros brindaron a las autoridades potosinas información suficiente para implementar un operativo emergente, internándose al Estado de Nuevo León hasta llegar, con las torretas de sus patrullas encendidas, a la comunidad de Cruz de Elorza, donde encontraron, a las 22 horas, a 10 menores de edad, 14 mujeres y 10 hombres tiritando de frío.
Los delincuentes los abandonaron en esa finca también abandonada. Los choferes ni sus luces. Solo esos hombres y mujeres con niños en sus manos o en sus brazos con la esperanza rota de llegar a los Estados Unidos de Norteamérica.
Roberto Isaí Aguilar bebía agua mientras relataba a las autoridades de San Luis Potosí que sus captores se comunicaron con los dueños del autobús, quienes, preocupados por su vehículo más que por la seguridad de los pasajeros, le ofrecieron 40 mil pesos a cambio de éste. Pero los criminales ya habían puesto al chofer a conducirlo kilómetros adelante para que no los rastrearan a través del sistema satelital de la unidad.
Al lugar arribaron elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional, quienes custodiaron el traslado de las 34 personas por parte de la Policía de Investigación y la Guardia Civil Estatal hasta la delegación de la Fiscalía General del Estado, donde recibieron refugio, alimentos y asesoría sicológica.
En total, el Gobierno de San Luis Potosí rescató a 40 personas migrantes. El Gobierno de Nuevo León localizó a 9 y el autobús. Las investigaciones continúan para determinar si 49 migrantes y 2 choferes son el total de personas involucradas en los hechos y para determinar el estatus migratorio de cada una de las personas rescatadas.
A pesar de la presión ejercida por medios de comunicación que, basándose en testimonios engañosos de los propietarios de la línea de transporte “turística”, líderes del sector transporte y las propias autoridades policiales de Nuevo León, señalaban a San Luis Potosí como el lugar de los hechos, tanto el Gobernador Ricardo Gallardo Cardona como el Fiscal del Estado, José Luis Ruíz Contreras se mantuvieron firmes al asegurar que el secuestro no se había cometido en territorio potosino y finalmente fueron éstas autoridades las que rescataron a la mayor parte del grupo.